Los mayores beneficios de la Alianza del Pacífico se darán en sectores de la agroindustria como la galletería y panadería, chocolatería, alimentos para mascotas, carne de bovino cuando se tenga acceso sanitario, avicultura y productos lácteos.
Así mismo, la apertura comercial abriría un escenario para el sector de textiles y confecciones, tabaco, cosméticos y metalmecánica, por cuenta de las mejores reglas de origen y los avances en materia regulatoria.
Para el sector de cuero, calzado y marroquinería el escenario de la Alianza del Pacífico es de gran interés y proyección, por cuanto amplía el potencial de una mayor participación en el mercado internacional, debido a que la dinámica, profundidad y dimensión comercial del nuevo escenario representa un mercado de más de 200 millones de habitantes.
El protocolo también identificó potencial en exportaciones de software para Perú, México y Chile. Así mismo, en servicios de comunicación gráfica a México y servicios de ingeniería a Perú y Chile.
La libre circulación de bienes viene acompañada de seguridad jurídica y normas claras para promover el comercio de servicios y la inversión. Por ejemplo, en compras públicas, que será nuevo con Perú y se fortalecerá con México, se permitirá a las empresas colombianas licitar en igualdad de condiciones que las empresas locales y facilitar la contratación con los gobierno gracias a la mayor transparencia que exige el acuerdo.
El protocolo define, además, mecanismos de apoyo para asegurar que las pequeñas y medianas empresas se beneficien de las oportunidades que ofrecen la Alianza del Pacífico, lo que según el el economista y director del Centro de Competitividad de la Universidad del Rosario, Saúl Pineda, “se traducen en generación de empleo e ingresos de calidad para las Pymes”.
Sin embargo, el agro colombiano está a la expectativa frente al acuerdo, pues teme que la liberación arancelaria traiga efectos negativos, por considerarse el sector más sensible. Precisamente, los productos agrícolas son los que han quedado en el 8% que se irán desgravando a largo plazo. Entre ellos están el maíz, en el que se acordó un plazo de desgravación gradual de hasta 17 años con 12 de gracia; carne de bovino, 10 años con 5 de gracia; y carne de cerdo, 5 años de gracia.
Con información de El Universal.
Comments are closed.