Mediante información anónima a la URI de Soacha, se dio a conocer que Ruidíaz Alvarado, quien en la actualidad trabajaba como médico general en el horario de 01:00 pm a las 05:00pm, en una clínica a sur de Bogotá, no era profesional en medicina y que ejercía de manera ficticia la profesión en varios municipios del departamento de Cundinamarca.
En la información también se adjuntó un acta de defunción por muerte natural, firmado por ella con su cédula original y copia de una historia clínica donde habría firmado con otro número de cedula.
Al término de la audiencia de imputación, la procesada aceptó los cargos que la Fiscalía le imputó por los delitos de falsedad material en documento público, falsedad en documento privado y falsedad personal.
El juez acogió la petición de la Fiscalía y dictó medida de aseguramiento privativa de la libertad, no obstante le concedió la detención domiciliaria.
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