Los terroristas, al parecer de la cuadrilla 53 de las Farc, sembraron las cargas explosivas en la carretera que comunica a Bogotá con esa jurisdicción del Distrito Capital en un sector de la vereda Media Naranja.
Según el reporte militar, el campo minado estaba compuesto por cuatro tatucos y una caneca de 20 litros fabricada aproximadamente con 40 kilos de anfo y metralla con sistema de activación por presión y telemando.
Las trampas mortales habían sido instaladas cerca de una alcantarilla sobre la vía y estaban listas para ser activadas al parecer al paso de patrullas de la fuerza pública.
Una vez acordonada el área de peligro por los soldados, expertos del Grupo EXDE del Batallón de Combate Terrestre 124 procedieron a la destrucción controlada del material bélico.
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