Dos ataques suicidas con bomba mataron al menos a 17 personas en Irak en lo que parece una venganza después que escalase la tensión entre sectas tras el asalto a una mezquita suní.
En Bagdad, un suicida con bomba empotró un vehículo contra un cuartel de inteligencia el sábado matando al menos a ocho personas, dijeron fuentes médicas y policiales. Cerca de Tikrit, otro suicida que conducía un vehículo militar cargado de explosivos atacó a un grupo de soldados de las milicias chíies en la noche del viernes, matando a nueve.
El viernes, milicianos chiíes iraquíes mataron a 68 devotos en una mezquita de un pueblo de la provincia de Diyala en un momento en el que los políticos trata de formar un gobierno de poder repartido que pueda contrarrestar a los milicianos de Estado Islámico (EI).
El avance de EI en el norte de Irak ha alarmado al gobierno de Bagdag y a sus aliados occidentales, propiciando los primeros ataques aéreos estadounidenses en Irak por primera vez desde la retirada de las tropas estadounidenses en 2011.
Aunque la campaña aérea ha causado varios reveses a EI, no tiene incidencia sobre el problema de la contienda entre sectas que el grupo ha alimentado con ataques sobre los chiíes.
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