Los municipios de región de La Mojana y el San Jorge, podrían exponerse nuevamente a las inundaciones causadas por los embates del río Cauca, afectando a unas 5 mil familias.

Así lo constató el Senador Daniel Cabrales en visita de inspección a la zona, donde lamentó que con la inversión del Presupuesto Nacional no se haya hecho el perfilamiento definitivo del dique que sobrelleva la boca Santa Anita, lo que mantiene latente el peligro.

“Es lamentable y triste ver a cientos de familias intranquilas y reviviendo en cada invierno las amenazas de este afluente”, declaró, al tiempo que expresó que en el lugar se debería aprovechar el nivel bajo del río, para realizar las obras de reparación de diques, y aunar los esfuerzos que sean necesarios para que miles de campesinos recuperen la tranquilidad en sus hectáreas de cultivos.

Esta situación fue declarada alerta máxima en el año 2013, por los Organismos de Gestión del Riesgo de Desastres, y pese a la intensificación de acciones por parte de los entes territoriales, y que el Gobierno Nacional hiciera cuantiosas inversiones para tapar las bocas de Santa Anita, Nuevo Mundo y Pedro Ignacio, formadas por el río Cauca, el temor de una posible creciente del río sigue intacto entre los habitantes de Nechí y La Mojana.

“Vemos con preocupación que después de cuatro años todavía estos trabajos que se empezaron en el gobierno de Juan Manuel Santos, como lo es la obra en la boca Santa Anita, esté siendo filtrada por las corrientes de agua”, señaló.

El Senador del Centro Democrático hizo un fuerte llamado al Gobierno Nacional para que no se desperdicie más el tiempo de verano y se agilicen las obras correspondientes.

“Si no hay perfilamiento definitivo del dique entre Colorado – Antioquia y Achí – Bolívar, los más de 22 mil millones de pesos que habrían sido invertidos para cerrar la boca Santa Anita se perderán, porque una nueva arremetida del río Cauca podría acabar con todo”, advirtió.

Reiteró que una de sus mayores ansiedades es que el Gobierno le cumpla a ganaderos y agricultores: “es urgente que la promesa de Carlos Iván Márquez, Director Nacional de Gestión del Riesgo, se efectúe para evitar que se recrudezca el invierno y se vuelva a romper la boca de Santa Anita, cuando ya se ha avanzado en casi su totalidad, después de un diámetro de 800 metros”.

Por su parte, el vicepresidente de la junta directiva de Fedearroz en representación de Caucasia, Bajo Cauca y Alto San Jorge, Jaime Camacho Londoño, quien acompañó el recorrido, solicitó al Gobierno Nacional “que realce del dique marginal, para que esta región empiece a generar riqueza y se pueda invertir con plena tranquilidad para los moradores de estos 15 municipios y cuatro departamentos”.

En el mismo sentido, el concejal de Nechí, Luis Alfonso García, indicó que “las obras que se han venido ejecutando han sido inconclusas, pese a la cantidad de dinero que se ha invertido”, y dijo no entender por qué “un interventor recibe obras con falencias”.

El exalcalde de Ayapel, Saúl Llanos, expresó su preocupación por el estado de las obras, ya que el 17 por ciento de la pobladores son productores del sector agropecuario dedicados fundamentalmente a ganadería, agricultura, caza y pesca.

Finalmente, el Senador Cabrales se comprometió a que desde el Congreso solicitará a los organismos de control mayor asistencia a la problemática: “mi responsabilidad como parlamentario es con todo el país, y más aún cuando este problema golpea al departamento de Córdoba, a la Ciénaga de Ayapel, y destruye su fauna y flora, por ello insistiré en que se haga uso de la Ley de alivio para dar tranquilidad a productores”.