Los capturados, identificados como “Charli” y “Jann”, llevaban trabajando más de seis meses en un salón de belleza, en donde con el pasar del tiempo, ganaron la confianza de su dueño, un antropólogo dedicado al comercio de manera independiente.
Después de una planificación previa por parte de los empleados y calculando que su patrón no estuviera, los dos individuos decidieron hurtar cuatro cuadros de arte, avaluados en 120 millones de pesos, para posteriormente emprender la huida y desaparecer sin previo aviso.
Había transcurrido una semana, cuando el dueño de las obras y ex patrón de los implicados, comenzó a recibir una serie de llamadas amenazantes y mensajes de texto, en donde aquellos que habían sido sus personas de confianza, le exigían 20 millones de pesos, a cambio de no destruir o vender las cuatro obras de arte.
Las autoridades reciben esta denuncia y comienzan un trabajo de inteligencia para determinar la conducta delictiva de los sospechosos, corroborando a través de las cámaras de seguridad internas y externas, la participación de los mismos en el hurto de de estas obras.
Mediante un operativo antiextorsión, en un café internet del barrio Rio negro en Bogotá, se logra la captura de estos dos extorsionistas, en el momento en que recibían un paquete por parte de la víctima, el cual contenía 20 millones de pesos. De igual manera los investigadores del Gaula lograron recuperar las obras de arte y entregárselas a su dueño en perfectas condiciones.
La obras de arte robadas:
