La Policía Nacional, en una operación de inteligencia, con apoyo del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea, capturó a Miguel Ángel Villamizar Contreras, alias “Reyes”, cabecilla del frente 24 de las FARC y señalado como el mayor reclutador de menores de edad para la guerrilla.
Alias “Reyes” fue detenido en zona rural de Yondó, departamento de Antioquia, donde pretendía localizar algunos auxiliadores para montar una fachada que le permitiera evadir el asedio de las autoridades, que en los últimos seis meses propinaron tres golpes consecutivos a ese grupo criminal.
Según las investigaciones, alias “Reyes” es el responsable de 80 por ciento del reclutamiento ilícito de menores de edad para el Bloque Magdalena Medio de las FARC, a cargo de alias “Pastor Alape”. Engañaba a niños y a mujeres del sur de Bolívar, Santander y Antioquia, con supuestas retribuciones millonarias a cambio de abandonar los estudios e internarse en la selva.
Durante tres meses las víctimas eran sometidas a extenuantes jornadas físicas y a cursos sobre manejo de armas largas. Esas capacitaciones criminales las dirigía alias “Reyes”, como quedó registrado en varios videos incautados durante una operación de asalto en marzo de este año, a un campamento del frente 24 de las FARC.
El guerrillero obligaba a los menores de edad a realizar ejercicios con palos que simulaban en peso y longitud a un fusil, cuando se acostumbraban a portar el elemento, les asignaba armas, los enviaba a enfrentar a la Fuerza Pública y para evitar que desertaran, los intimidaba con amenazas de muerte a ellos y a sus familias.
Miguel Ángel Villamizar Contreras, alias “Reyes” completó 17 años en las FARC, además de constreñir a la juventud, es sindicado de controlar la salida de cocaína hacia la Costa Atlántica, y de dirigir extorsiones contra empresas petroleras y grandes comerciantes. En varias oportunidades dinamitó la infraestructura energética y ordenó activar explosivos contra los propietarios de establecimientos que se negaron a cumplir con los chantajes.
Este delincuente era una de las principales amenazas contra los niños y las mujeres del Magdalena Medio y sus alrededores.