Uno de cada cien colombianos ha aumentado su peso a la categoría más alta de la obesidad: la obesidad mórbida. Esto significa que por lo menos 217.000 tienen un índice de masa corporal (IMC, una medida que asocia peso y talla) superior a 40 kg/mt², de los cuales 39.000 son hombres y 178.000 son mujeres.

Las cifras han sido recordadas por la Asociación Colombiana de Obesidad y Cirugía Bariátrica (Acocib) con motivo del Día Nacional de Lucha contra la Obesidad y el Sobrepeso, a celebrarse el próximo 24 de septiembre, con el objeto de alertar a la población sobre una enfermedad que sigue dando señales de aumento en el país, particularmente en la población femenina.

“Los datos de la más reciente Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensin) nos mostraron que el 0,9% de la población colombiana era obesa mórbida, y de esa población, el 0,3% eran hombres y el 1,3% eran mujeres –comenta César Guevara, presidente de Acocib–. Precisamente en las mujeres se ha identificado con mayor claridad el incremento de casos a nivel nacional, y eso es más notorio en ciudades como Medellín y Barranquilla, en el departamento del Meta y en la Región Pacífica”.

De acuerdo con el experto, una comparación de los datos de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de los años 2005 y 2010 muestra que la obesidad mórbida, exclusivamente en el rango de 15 a 45 años de edad, aumentó a nivel nacional de 0,7 a 1%.

Solamente en esos cinco años, el porcentaje de obesas mórbidas de Medellín pasó de 0,3 a 0,9%, que en número, considerando las proyecciones de población, significaría un aumento de 1.926 a 5.950. No menos alarmante es el caso de la Región Pacífica, que tuvo un aumento de 0,8 a 1,1% (de 6.062 a 7.402 mujeres); de Barranquilla, donde la proporción pasó de 0,5 a 1,2%; y del Meta, que pasó de 0,5 a 2,5% y hoy es el departamento con mayor proporción de mujeres con un IMC por encima de 40 kg/mt² en el país.

Más allá de las cifras

La preocupación no debe ser, en absoluto, de carácter estético. La obesidad mórbida es en sí misma una enfermedad y, además, es causa de enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, padecimientos cardiacos, depresión, trastornos del sueño y cáncer, entre otras. Por eso, en comparación con las personas que tienen un peso normal, los obesos viven en promedio siete años menos y tienen una tasa de mortalidad cuatro veces más alta, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud.

La obesidad mórbida tiene muchas causas. Evidentemente, la dieta y el sedentarismo juegan un papel importante, pero también hay características adquiridas y alteraciones genéticas que tienen incidencia en el metabolismo.

De allí que cada caso debe tener su propia solución: desde terapia conductual para tratar la ansiedad de comer, la alimentación saludable y la actividad física como pilares fundamentales del tratamiento, hasta una indicación absoluta de cirugía bariátrica. De acuerdo con las guías de la Acocib, dicha cirugía, que en algún tiempo fue considerada como la última opción, es actualmente el mejor tratamiento disponible para un grupo amplio de pacientes.

Esta cirugía está indicada para las personas que tienen un IMC de 40 kg/mt² o mayor, o para los pacientes que tienen un IMC entre 35 a 40 kg/mt² pero además alguna enfermedad asociada a la obesidad, como diabetes mellitus, hipertensión arterial o enfermedad cardiovascular, entre otras.

En principio, lo que se realiza con la cirugía bariátrica es un cambio anatómico que disminuye la capacidad del estómago para acumular alimento y la capacidad del intestino delgado para absorberlo. Sin embargo, más allá del cambio anatómico, ocurren cambios fisiológicos y hormonales que son los responsables de la disminución del apetito y de la resolución de la mayoría de las enfermedades relacionadas con la obesidad.

Más de 60 años de experiencia han permitido que mejoren las técnicas de cirugía bariátrica y aumente su seguridad. De hecho, hoy se realiza por laparoscopia (pequeñas incisiones en el abdomen) y menos de un paciente de cada cien tiene complicaciones durante los primeros 30 días de su cirugía. “Esto es cierto, obviamente, cuando se realiza en centros de excelencia, con profesionales entrenados y con grupos multidisciplinarios de apoyo que incluyan nutricionistas, psicólogos y fisioterapeutas”, comenta Guevara.

El impacto de la cirugía en la calidad de vida de los pacientes es significativo, pues en general dejan de tomar los medicamentos asociados a las comorbilidades, como diabetes mellitus o hipertensión, y mejoran su autoestima y bienestar.

De acuerdo con el presidente de la Acocib, el impacto de la cirugía es tan alto sobre las enfermedades metabólicas que actualmente se está considerando incluirla en las indicaciones para tratar la diabetes mellitus tipo 2, así el paciente no tenga un exceso de peso considerable. A esto se le ha denominado cirugía metabólica, intervención que cada día toma más auge.

A pesar de las bondades de este procedimiento, el presidente de la Acocib es claro al advertir que se deben promover los hábitos de vida saludables en todas las instancias. Adicionalmente recomienda a los pacientes obesos que requieren cirugía bariátrica que se asesoren de profesionales expertos en grupos de excelencia y en instituciones reconocidas para obtener los mejores resultados.