La mayoría de los monumentos al aire libre, que adornan plazas y algunos separadores de avenidas en Bogotá, se encuentran en alto grado de deterioro: sucios, con grafitis, algunos rotos, otros abandonados.
El balance fue dado a conocer en el Foro Internacional Memoria Urbana de la Calle 26, organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural -IDPC-, evento en el que fueron presentadas experiencias nacionales e internacionales de trabajo conjunto entre el sector público y privado para la recuperación y valoración de los monumentos ubicados en el espacio público.
Una de las propuestas trabajadas fue la del programa Adopta un monumento, una iniciativa del sector público y privado para preservar y exaltar el valor histórico y cultural que tienen los monumentos de la ciudad.
“El patrimonio cultural hace parte de la construcción de identidad de la ciudad, y es por eso que un museo vial, como el que existe en la calle 26 en Bogotá, ofrece a través de sus monumentos una puerta de entrada a nuestra cultura”, dijo Germán Mejía Pavony, uno de los expertos invitados.
Los monumentos hacen parte de la estructura urbana de la ciudad, de sus dinámicas económicas y sociales, pero también de sus contenidos culturales e históricos; factores que en el contexto global brindan más herramientas para la competitividad, y constituyen una oportunidad para fomentar los procesos de apropiación social y de construcción de ciudadanía.
Es así como, por medio de este Foro, la Cámara de Comercio de Bogotá busca generar conciencia sobre los procesos de apropiación social del patrimonio, y resaltar la importancia de los monumentos como parte de la estructura urbana y del espacio público de la ciudad.
“Ocuparse del patrimonio cultural de una ciudad, y por lo tanto, de su desarrollo y cuidado significa hoy, generar nuevas y más eficaces herramientas de planificación y gestión del mismo, bajo la premisa que el patrimonio cultural, es ante todo, un vector de construcción de ciudad y de recuperación de la memoria social e histórica de los bogotanos”, señaló la presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, Mónica de Greiff.
La CCB se une así a los esfuerzos del IDPC para trabajar en forma conjunta en la recuperación de la memoria urbana de la calle 26, y promover acciones de corresponsabilidad y responsabilidad social del sector privado en la conservación de monumentos y el mantenimiento de su espacio público.