Según las primeras versiones, que son analizadas en un consejo extraordinario de seguridad, los hechos obedecerían a retaliaciones entre miembros de los grupos armados ilegales, al parecer relacionados con la banda de “Los Urabeños” y presuntos narcotraficantes del Norte del Valle.

De cuerdo con las informaciones en la citada reunión acudieron varias personas, entre quienes estaría Julio Cesar Paz Varela, alias “J1”, señalado por las autoridades como jefe de una ‘oficina de cobro’, que trabajó para los ‘Urabeños’. La vicitma, fue capturado en julio de este año y había recobrado la libertad en circunstancias que todavía no han sido precisadas.

Alias de ‘J1’, quien se sabe salió la semana pasada de la cárcel, después de purgar una condena por vínculos con Bacrim y quien presuntamente se reunió con dos organizaciones que operan en esta zona del país, con el fin de tomar posesión del negocio de drogas ilícitas, que controla un señalado narcotraficante con el alias “El Guajiro”.

El comandante de la Policía de Cali, general Hoover Penilla, confirmó que se maneja la tesis sobre una reunion en el lugar de la masacre, al parecer entre vendettas y narcos de la zona.

“La persona que cuida la casa asegura que en la tarde fueron llegando varios carros con aproximadamente quince personas que se reunieron en un sitio del predio. Todos se conocían. De un momento a otro los grupos se dividen y unos someten a otros y los amarran de las manos para luego ultimarlos”, agregó el oficial.

El General Omar Rubiano , comandante de la Regional 4 de Policía, dijo que los cuerpos “presentan múltiples impactos de bala”, lo que podría atribuirse a un presunto ajustes de cuantas entra vendettas del narcotráfico.