El potente tifón que llegó este lunes a Tokio y que tiene rumbo al noreste del archipiélago, ha dejado a su paso siete muertos y varios desaparecidos además de 60 heridos. Phanfone es el más fuerte que ha golpeado el centro de Japón durante la última década.

Según el diario Mainichi, las autoridades han ordenado la evacuación de 53 mil personas en tres provincias mientras que se les ha recomendado a cerca de dos millones de residentes de ocho provincias hacer lo mismo.

El fenómeno ha dejado imágenes de olas gigantescas, carreteras inundadas, además de árboles desplazados debido a las fuertes ráfagas de viento, de la misma manera las conexiones aéreas y ferroviarias fueron paralizadas dejando a los viajeros atrapados.

La Agencia Meteorológica de dicho país, expresó que el tifón llegó al sur del país en la tarde del domingo, y posteriormente se desplazó hacia el norte hasta aproximarse al área metropolitana de Tokio durante el mediodía de hoy, antes de seguir avanzando hacia el noreste y adentrarse de nuevo en el pacífico.

El tifón llega justo después de la erupción que se presentó en el monte Ontake, que ya ha dejado cerca de 51 muertos y 13 desaparecidos, las autoridades niponas han tomado medidas para evitar que las fuertes lluvias arrastren las cenizas volcánicas hasta las localidades cercanas al volcán.

Ni siquiera las multinacionales se han salvado del desastre y se han visto en la obligación de cerrar sus plantas en el país, tal es el caso de Toyota motor que debió cerrar 12 de sus plantas según confirmó a Efe un portavoz de la compañía.