Iglesia católica se plantea reflexión para acoger a homosexuales; tienen dones y cualidades, afirma
–Bajo el intertítulo “Acoger a las personas homosexuales”, el Sínodo de Obispos que delibera actualmente en el Vaticano se pronunció sobre el tema en un documento que consagra la “Relación después de la discusión” de la III Asamblea General Extraordinaria sobre la familia, y en el cual se plantea la reflexión.
“Las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana”, señala el escrito divulgado por el Cardenal Peter Erdö, Relator general del Sínodo, y a renglón seguida formula los siguientes interrogantes:
-¿Estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos.
-¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?
Sobre el espinoso asuntos, el Cardenal Peter Erdo explicó que las personas homosexuales tienen “dotes y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana” y que por lo tanto, se pide que la Iglesia sea “casa acogedora”, manteniendo el firme no a las uniones homosexuales y a aquellas presiones de organismos internacionales que ligan las ayudas financieras a la introducción de normativas inspiradas en la ideología del gender.
Agregó que sin negar las problemáticas morales relacionadas a las uniones homosexuales se toma en conocimiento que hay casos en el que el mutuo apoyo hasta el sacrificio constituye un apoyo precioso para la vida de los partners. Además, advirtió, la Iglesia tiene una atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, reafirmando que en primer lugar deben ponerse siempre las exigencias y los derechos de los pequeños.
En efecto, el documento subraya que “la cuestión homosexual nos interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realísticos de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual”.
“Por lo tanto –continúa diciendo–se presenta como un importante desafío educativo”.
Luego hace referencia al matrimonio entre parejas gay y al efecto señala que la Iglesia “afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer. Tampoco es aceptable que se quieran ejercitar presiones sobre la actitud de los pastores o que organismos internacionales condicionen ayudas financieras a la introducción de normas inspiradas a la ideología gender”, subraya.
Seguidamente dice que “sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se toma en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un valioso soporte para la vida de las parejas”.
Además–complementa–, la Iglesia tiene atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, reiterando que en primer lugar se deben poner siempre las exigencias y derechos de los pequeños.
Finalmente, el Cardenal Erdö subrayó que tanto sobre este tema del homosexualismo como los demás abocados, el diálogo sinodal se ha desarrollado “con gran libertad y con un estilo de escucha recíproca” y advirtió que las reflexiones propuestas hasta ahora no son decisiones ya tomadas.
“El camino, en efecto, proseguirá con el Sínodo general ordinario, también sobre el tema de la familia, programado para octubre del próximo año 2015”, concluyó.