Alias Gabino también guarda silencio sobre viaje a Cuba, al reiterar su compromiso con el logro de la paz
Tal como lo hizo el presidente Juan Manuel Santos, sin hacer ninguna referencia ni confirmar ni desmentir la versión sobre su presunto viaje a La Habana, para reunirse con su «colega» de las Farc, alias «Timochenko», el máximo cabecilla del autodenominado Ejército de liberación nacional, Eln, Nicolás Rodriguez Bautista, alias «Gabino», reiteró en las últimas horas que el grupo guerrillero está comprometido con el logro de la paz.
«Las mayorías del país que le apostamos a la paz, somos más fuertes que los guerreristas y no nos dejaremos intimidar», señala el mandamás del Eln en un escrito que publicó en la página web del reducto guerrillero y en el cual dedica la mayor parte a referirse al paramilitarismo y al «terrorismo de Estado».
En efecto, en principio, en el escrito, que titula ¿A Quiénes Persiguen las Bandas?, el cabecilla del grupo guerrillero señala que «en los últimos meses el terrorismo de la extrema derecha se intensificó, por medio de numerosas amenazas a muchos colombianos, gran parte de ella hechas contra los propósitos y esperanzas de paz, de la mayoría de la sociedad colombiana».
Agrega que «este plan va más allá de las amenazas» y que «en él hay autores intelectuales y materiales y el poder de los primeros tiene escasas barreras, sobre todo porque el sistema judicial nunca los toca, lo cual les permite actuar a sus anchas».
«Los autores intelectuales están en el Congreso de la República, la Procuraduría, la Fiscalía, en la cúpula de las Fuerzas Armadas y otros entes del Estado; así como en los gremios patronales, partidos políticos tradicionales y en diversas áreas del territorio nacional», precisa y subraya que «su objetivo es lograr que los avances y desarrollos de la paz fracasen, porque ellos saben hacer la guerra, que les da espacios políticos y mucho dinero, pero sobre todo mucho poder».
Por supuesto señala al expresidente Alvaro Uribe como promotor, pero, afirma, «por fortuna, las mayorías del país que le apostamos a la paz, somos más fuertes que los guerreristas y no nos dejaremos intimidar. Es indispensable fortalecer las organizaciones populares y a la opinión democrática en torno al logro de la paz, como manera de aislar a los promotores de la guerra».
Y concluye: «Es verdad que la paz es frágil, pero aun así la paz es un clamor de las mayorías y en esas mayorías ampliamente plurales, se requiere la unidad en base a las identidades comunes, tales como una paz con cambios importantes en la vida y el futuro de las y los colombianos. En el Ejército de liberación nacional estamos comprometidos en el logro de la paz para Colombia y el mundo, como propósito esencial de la estrategia revolucionaria».
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