La elección de Brayan para el Team Colombia no es un tema novedoso. Desde el Tour de L’Avenir, el italiano Oscar Pellicioli tenía su nombre en mente y más aún después de la soberbia etapa con ascenso a la Croix de Fer, que le entregó el título a Miguel Ángel López. “¡A Brayan hay que levantarle un monumento tan grande como esa montaña!”, exclamaba con fervor Pellicioli señalando la cumbre de La Toussuire, una vez se consumó la victoria del boyacense. Y es que de no ser por el gesto de noble combatividad del bogotano, quizá la historia hubiese sido diferente.
López llegó a estar 40 segundos por debajo del belga Louis Vervaek en aquel recorrido extenuante. Hubo momentos de tensión e incertidumbre, pues el europeo iba en volandas, dispuesto a dar el batacazo en la etapa final. Pero Brayan, un coronel con alma de soldado, entregó hasta la última gota para recortar la diferencia y soltar al Miguel en el último ascenso. “Vaya y gane”, le dijo no sin antes regarle un poco de agua en la cabeza para refrescarlo.
Un gesto de esta índole, más allá de su enorme talento, lo hace un ciclista de equipo grande. Es un sueño que jamás ha ocultado. Se desvive y trabaja con intensidad para llegar a la cumbre de un Pro Tour, y ahora que su fichaje al Team Colombia es una realidad palpable, la puerta de Europa se abre de par en par para un joven de enormes capacidades.
En Ponferrada (España) brindó una exhibición de marca mayor. Se escapó y luchó como un titán por la corona mundial. Estuvo cerca, pero su tanque se vacío a escasos metros de la meta y todo lo que soñaba hasta ese momento dando pedalazos de campeón, se esfumó. Fue un momento cruel, de esos que llenan de impotencia y marcan la carrera para siempre. Lo dio todo. Ese, quizá, haya sido su único consuelo en medio de la tristeza que lo embargaba aquella tarde sentado en el bus camino al hotel de concentración en Lugo.
“Considero que esta es una de las más grandes vitrinas para llegar a donde quiero. Y desde luego trataré de hacer lo mejor tanto para mí como para este grandioso equipo”, reseña Brayan, séptimo fichaje confirmado por la escuadra colombiana tras Alex Cano, Cayetano Sarmiento, Walter Pedraza, Camilo Castiblanco, Sebastián Molano y Carlos Mario Ramírez.
“Sé que va hacer complicado al inicio, pero me prepararé muy bien y confiando en Dios, las cosas saldrán de la mejor manera. Todo a su tiempo”, agregó el campeón olímpico juvenil y subcampeón de la Vuelta de la Juventud, que esta temporada ha despuntado como uno de los proyectos ciclísticos más maduros del país. Su paso por el Movistar Team América de la mano de Libardo Leyton, le entregó herramientas valiosas para progresar como corredor.
Ahora se enfoca en las pretensiones con su nueva escuadra: “El tour de San Luis me llama mucho la atención, ojalá le den (al equipo) la Wild Card (invitación) para alguna gran Vuelta, y por qué no, estar entre esos que formarán parte para tomar la salida de estas. Pero la decisión la toma Claudio (Corti). Así que toca estar muy bien para lo que se venga”, concluye el talentoso bogotano.