La guerrilla de las Farc admitió esta mañana que tiene en su poder al general del Ejército Rubén Darío Alzate y a sus dos acompañantes y descartó por ahora su liberación, pues advirtió que el alto oficial “tiene cuentas pendientes” con el grupo guerrillero. Al mismo tiempo, a través de los cabecillas que están radicados en Cuba, le dijo al gobierno colombiano que debe suspender la guerra y no el proceso de paz, tras reiterar por enésima vez su petición de un cese bilateral del fuego.

Pocas horas después de haber dicho que desconocían su el general Alzáte y los otros dos secuestrados estaban en poder de su grupo ilegal armado, los voceros del grupo guerrillero en las conversaciones de La Habana entregaron otro comunicado enviado por el llamado bloque Iván Ríos desde el departamento del Chocó donde se produjo el plagio, en el cual afirman que el oficial cayó en su poder cuando iba de civil en una lancha por el río Atrato.

Añade que por tratarse de “un enemigo”, de alta posición como comandante de una fuerza de tarea conjunta y estar en una área de guerra, fue detenido y por tener “cuentas pendientes” con las Farc, su situación será objeto de un detenido examen.

Como un hecho normal como los que ocurren en la guerra y que mientras no haya un cese del fuego, estos hechos se seguirán presentado, señaló alias Catatumbo, uno de los representantes del grupo guerrillero en La Habana.

Más temprano, en una primera rueda de prensa celebrada en la capital cubana los voceros de las Farc afirmaron que debido a dificultades para la transmisión de la información con los cabecillas de la organización en territorio colombiano, no habían podido establecer si el general y los acompañantes están o no en poder de alguno de sus reductos.

De todas maneras advirtieron que para el desarrollo del proceso de paz se establecieron unas normas y se sentó la premisa que nada de lo que ocurriera en el país afectaría la mesa de conversaciones de La Habana.

“Tenemos que convocar a la gente y al país para que el proceso se reactive y continúe adelante”, precisaron los cabecillas de las Farc en un comunicado leido por alias Pastor Alape, en el cual califican de “impulsiva” la determinación del presidente Santos de suspender las conversaciones. Además, afirman que el las negociaciones deben continuar.

El primer comunicado fue el siguiente:

“La Delegación de Paz de las Farc manifiesta su sorpresa por el anuncio del Presidente Santos de suspender las conversaciones de paz de La Habana.

El proceso de paz, cuyos avances han activado la esperanza de la reconciliación, no puede arriesgarse con determinaciones impulsivas. Para asombro del mundo, esta decisión la toma un gobierno que ha negado, tozudamente, la posibilidad de que el proceso de paz se desenvuelva en medio de una tregua o armisticio que ayude a desescalar el conflicto. La posición de dialogar bajo el fuego, cada día arrastra mayor insensatez.

Esperando que cesen las incoherencias del gobierno, que con constancia reitera que lo que ocurra en el territorio colombiano no tiene por qué afectar la Mesa, seguiremos en La Habana trabajando por la paz y dispuestos a continuar las conversaciones, atendiendo a lo convenido en el Acuerdo General de La Habana, donde se establece que las “conversaciones serán directas e ininterrumpidas”. Queremos que este impase sea resuelto lo más pronto posible para que el proceso siga avanzando sin sobresaltos hacia el acuerdo final”.