Balaceras, incendios y saqueos provocaron veredicto a favor del policía que mató a joven negro en Ferguson, EEUU
–Violentos desmanes se registraron en la ciudad de Ferguson, en el nordeste de los Estados Unidos, luego que un jurado dejara en libertad y sin cargos al policía que mató a balazos al joven negro de 18 años Michael Brown, quien estaba desarmado, en agosto pasado.
Enfurecidos manifestantes incendiaron doce edificios, saquearon comercios y dispararon contra los policías, pese al llamado a la calma que hizo el presidente estadounidense Barack Obama, luego que los jueces señalaran que no había razón suficje nte para presentar cargos contra el policía Darren Wilson, 28 años, quien ultimó al muchacho de 6 balazos.
El jefe de la policía del condado de San Luis, Misuri, John Belmar señaló que se registraron por lo menos 150 disparos contra los efectivos policiales, pero la policía no respondió a los ataques, lo que evitó que se presentaran víctimas.
En desarrollo de la acción policial para controlar la situación y restablecer el orden, fueron detenidos 29 manifestantes.
La familia del muchacho muerto, que se declaró “profundamente decepcionada” por la decisión del jurado, también había hecho un llamado a la calma a los manifestantes.
“Estamos profundamente decepcionados de que el asesino de nuestro hijo no deba enfrentar las consecuencias de sus actos”, precisó la familia de Brown en un comunicado.
La muerte de Michael Brown ocurrió el 9 de agosto, en pleno día, en una calle de Ferguson, hecho que reavivó las tensiones raciales y provocó manifestaciones que muchas veces culminaron en disturbios.
El gran jurado, integrado por 9 blancos y 3 negros, concluyó que no había pruebas suficientes para imputar cargos al policía, luego de realizar un trabajo “completo y profundo”, en desarrollo del cual escucharon 70 horas de testimonios de unos 60 testigos, examinaron cientos de fotografías, y oir a tres médicos forenses.
El veredicto se conoció tras la muerte este fin de semana en Ohio (norte) de un niño afroamericano de 12 años, a manos de un policía cuando esgrimía una pistola de juguete.
La muerte de Brown ocurrió luego que se denunciara un robo en una tienda en la zona.
Los testigos aseguran que Brown, un estudiante de secundaria, que estaba desarmado, tenía los brazos en alto cuando fue baleado. El policia dijo que actuó en defensa propia por temor a ser atacado.
Luego de ser baleado, el cuerpo del joven permaneció tirado en la calle durante horas, un hecho visto por los manifestantes como un signo de desprecio de las fuerzas del orden por la población negra.