–El asesinato de Carlos Pizarro Leóngómez, máximo cabecilla del desaparecido grupo guerrillero M-19, estaría relacionado con los crímenes de los dirigentes políticos Luis Carlos Galán y Bernardo Jaramillo Ossa y habría sido ejecutado por agentes del Estado o con su contribución.

Para confirmar esta hipótesis y verificar , además, que en el asesinato de Pizarro hubo dos armas o dos sicarios, se hizo este miércoles la exhumación del cadáver del dirigente del M-19, proceso que duró cuatro horas.

Sin embargo, dependerá de su estado de conservación el éxito de las pruebas que se le harán al cadáver, sepultado hace 24 años. “Después de 24 años lo importantes es que estén preservados los restos óseos. Lo primero sería hacer una revisión del protocolo de necropsia de la época y mirar cuáles serían las situaciones en las que se quiere ahondar”, señaló el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés.

De acuerdo con la fiscalía, en los crímenes de Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro, habrían actuado agentes del desaparecido DAS.

En todo caso, la autoría intelectual del asesinato del dirigente del M-19 se atribuye a las llamadas autodefensas unidas de Colombia.

La tumba de Pizarro ya había sido abierta en agosto del 2008. En esa oportunidad, no se sacó el cadáver; solo se retiró tejido de su cuerpo para una prueba de ADN con el fin de confirmar la paternidad de su hija María José, quien entonces tenía 10 años de edad.

Tras la exhumación, los restos de Pizarro fueron trasladados al búnker de la Fiscalía, en donde se realizarán pruebas de balística, pues se encontraron inconsistencias en las trayectorias de las balas y entre los relatos de los testigos de los hechos.

La Fiscalía exhumará también el cuerpo de Gerardo Gutiérrez, alias ‘Jerry’, el sicario que le disparó a Pizarro en el interior de un avión en pleno vuelo, en ruta entre Bogotá y Barranquilla.

Los restos de alias “Jerry” están sepultados en el cementerio Frontino (Antioquia) y serán examinados para establecer si murió en un intercambio de disparos o si fue rematado en el piso con disparos a corta distancia.

La hija de Pizarro, María José Pizarro denunció diversas irregularidades registradas en el proceso para llegar a la verdad sobre el crimen de su padre e hizo énfasis en que extrañamente y sin explicación alguna, hace un año fue fundida el arma con la cual fue acribillado a balazos el entonces candidato presidencial de la Alianza Democrática M-19.

Advirtió que el arma era un elemento probatorio valioso en la investigación que “tenía que ser protegido y preservado”.

Carlos Pizarro fue asesinado a los 39 años de edad, apenas mes y medio después de haber entregado su arma de guerrillero y de estar ya incorporado a la vida política colombiana como candidato a la presidencia de Colombia por el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19).

Pizarro fue el tercer aspirante a la jefatura del Estado asesinado en menos de 8 meses del año 1990. Luis Carlos Galán, del Partido Liberal, cayó el 18 de agosto y Bernardo Jaramillo, de la Unión Patriótica, el 22 de marzo.

El crimen fue ejecutado en pleno vuelo, en un avión comercial de Avianca que viajaba de Bogota a Barranquilla, capital del departamento del Atlántico, sobre el Caribe.

Cinco minutos después del despegue, un sujeto que estaba sentado justo de detrás de Pizarro, se levantó de su asiento, fue al cuarto de baño, recogió una metralleta que estaba escondida allí y regresó para descargar todo el cargador del arma sobre el dirigente de izquierda. El sicario, se afirmó entonces, fue muerto por uno de los guardaespaldas que acompañaba a Pizarro.

El avión retornó de inmediato a Bogotá, y Carlos Pizarro fue conducido a la clínica de la Caja de Previsión Social, situada cerca a la actual Clínica de la Policia en el CAN, cerca al aeropuerto, donde falleció dos horas después.

Media hora antes de abordar el avión, el ex líder del M- 19 se había mostrado abiertamente optimista frente a las elecciones presidenciales que se iban a realizazr en Colombia el siguiente mes, esto es, el 27 de mayo.

Carlos Pizarro Leongómez, oriundo de Cartagena, era hijo del almirante Juan Antonio Pizarro, estudio derecho en la Universidad Nacional, donde se incorporó al movimiento Juventud Comunista, JUCO, y luego, en 1986 se enroló en las Farc.

Sin embargo, debido a discrepancias con los altos mandos del grupo guerrillero, desertó el 11 de septiembre de 1973 para crear la primera guerrilla urbana en Colombia, en lo que se denominó movimiento 19 de abril, M-19.

Ese “proyecto” lo armó Pizarro con otros excompañeros de universidad, entre ellos Jaime Bateman, su primer jefe, Álvaro Fayad, Luis Otero Cifuentes, Germán Rojas Niño, Vera Grabe e Ivan Marino Ospina, entre otros.

Al final de su lucha guerrillera, Pizarro ordenó el secuestro del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado y para la liberación de este, Pizarro presentó al gobierno de turno un pliego de 11 propuestas, entre ellas un cese al fuego, una cumbre de Salvación Nacional y una Asamblea Nacional Constituyente.

Como resultado de este hecho, el 1.° de septiembre de 1988, el presidente Virgilio Barco anunció la Iniciativa para la Paz, llamando a los alzados en armas a reincorporarse a la vida civil, lo cual se da por hecho en los primeros acercamientos al Proceso de paz, los cuales terminan en marzo de 1990, tras varios meses de negociación, el M-19 se despide públicamente de las armas en el caserío de Santo Domingo, Cauca. Allí se concreta el proceso de paz y posteriormente la creación de la Alianza democrática M-19.

Poco después de firmar un pacto de paz con el gobierno de turno, fue acribillado a balazos. Fue el 26 de abril de 1990, cuando iba a bordo de un avión, en vuelo entre Bogotá y Barranquilla, siendo candidato a la presidencia de la república por el movimiento político Alianza Democrática M-19, que se constituyó tras el desarme y desmovilización del grupo armado.