Alrededor de 200 personas pidieron este lunes ante el consulado de Colombia en Caracas que el Gobierno de Bogotá responda a la petición de Venezuela de extraditar al colombo-venezolano Leiver Padilla, presunto autor del asesinato hace dos meses del diputado venezolano Robert Serra.
Con carteles en los que se pedía “Justicia para Robert Serra” y otros con la leyenda “Robert vive, la lucha sigue”, los concentrados desplegaron una gran bandera de Venezuela por encima de sus cabezas al tiempo que gritaban consignas que demandaban justicia para el asesinado.
Entre los manifestantes se encontraba la madre del diputado asesinado, Zulay Aguirre, quien declaró a los periodistas que pedía al Gobierno colombiano “la mayor colaboración posible”.
“Exigimos respeto aquí en Venezuela, donde sólo estamos esperando que llegue (el acusado), porque así sea venezolano o colombiano es aquí donde tiene que ser juzgado”, remarcó.
“El Gobierno venezolano ha puesto el mayor empeño (para lograr esa extradición) y así dar respuesta al pueblo; tampoco dudamos del Gobierno de Colombia, pero no queremos que pase como con Pedro Carmona”, asilado en Colombia tras perpetrar el golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez, declaró Marieberth Armas, dirigente de la organización social chavista Jóvenes de la Patria.
Armas dijo que también iban a concentrarse ante la embajada de Colombia en Caracas y señaló que a través de las redes sociales insistirán en que se atienda “con urgencia” la petición venezolana.
El pasado 21 de octubre la canciller colombiana, María Angela Holguín, dijo que el Gobierno colombiano estudiaba la solicitud de extradición presentada por Venezuela y aseguró que, a diferencia de Carmona, a Leiver Padilla, alias “El Colombia” no se le concederá asilo.
El Gobierno venezolano considera que Padilla, nacido en Caracas e hijo de padres colombianos, por lo que tiene doble nacionalidad, encabezó una banda de ocho hombres para cometer el asesinato de Serra y de su asistente María Herrera, el pasado 1 de octubre, en el domicilio del diputado en el centro caraqueño.
Padilla fue detenido en el norte de Colombia poco después del doble asesinato.
El mismo día en que Holguín confirmó que Venezuela había solicitado formalmente su extradición, Padilla dijo que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, le había implicado “injustamente” en el hecho.
“Me veo atropellado injustamente; Maduro está sindicándome de actor intelectual cuando no tengo nada que ver” con esas muertes, sostuvo el detenido a una emisora colombiana desde la cárcel de Cómbita (centro de Colombia) a la que remarcó que su “único delito” es ser amigo de un escolta de Serra implicado y detenido en Caracas.
El Ministerio Público venezolano (MP) acusó formalmente el martes pasado a dos de los diez detenidos en Caracas por el asesinato del diputado, entre ellos al escolta exjefe de seguridad del parlamentario y funcionario de la Policía Municipal de Caracas Eduwin José Torres Camacho.
Contra el ahora exagente y otro persona identificada como Ricardo García pesan acusaciones de “homicidio agravado en perjuicio del diputado, robo agravado y asociación para delinquir y del delito de homicidio calificado con alevosía por motivo fútil en la ejecución de un robo agravado” contra María Herrera.
Maduro ha involucrado en el hecho a “la ultraderecha venezolana” y al expresidente colombiano Álvaro Uribe, y ha dicho que por las muertes “los sicarios” cobraron 500,000 dólares.