“Hasta que esos brotes no estén plenamente controlados no debemos descansar”, subrayó en una rueda de prensa en Ginebra.
En sus declaraciones, el experto británico afirmó que hay razones para sentir satisfacción con la manera en que se ha afrontado la crisis, pero quedan por delate importantes retos.
“No podemos sentarnos y decir que el trabajo está ni siquiera concluido parcialmente. Mientras haya infección en un área esta podrá expandirse fácilmente a lugares donde no se ha experimentado la dolencia. Todos los días nos despertamos y nos percatamos de la enormidad de la labor que tenemos por delante”, afirmó.
El enviado especial explicó que en septiembre las autoridades de Sierra Leona celebraron reuniones con los jefes de las tribus en las zonas rurales y les explicaron cómo actuar en caso de sospecha o confirmación de contagio.
Añadió que la zona occidental es mucho más urbanizada, y los jefes de las tribus no tienen tanto peso y la movilización social y las tareas de concienciación son más difíciles.
Nabarro dijo que aún persisten en Sierra Leona, entierros no seguros, y sobre todo hay personas que no se aíslan cuando aparecen los síntomas.
El experto también pidió más asistencia internacional de personal de salud y apuntó se requieren 300 personas para cada centro de tratamiento de 50 camas para el tratamiento del ébola.
