Colombiana creó concreto ecológico para arrecifes coralinos
La investigadora colombiana, Mónica Bedoya, ideó un concreto ecológico que facilita el crecimiento de coral en arrecifes artificiales, una alternativa para contrarrestar la degradación de estas estructuras subacuáticas naturales que ya dio buenos resultados en experimentos en el Caribe.
“Las evaluaciones en campo nos han permitido concluir que este material cumple con características físicas y químicas de estabilidad en el medio marino y que es apto para la colonización de microorganismos”, aseguró Mónica Bedoya, estudiante de la maestría en Ingeniería de Materiales y Procesos, al periódico de la Universidad Nacional de Colombia.
Bedoya, apoyada en un equipo de expertos en materiales de construcción de ese centro educativo, sumergió varios módulos construidos con el concreto experimental en una zona cercana al golfo de Morrosquillo, en el noroeste de Colombia.
Para crear el concreto ecológico, la investigadora mezcló desechos de cerámica, ladrillos y concreto, a los que agregó cemento y cenizas, entre otros materiales. Tras diversas prácticas, se concluyó que la formación piramidal era la geometría apropiada para propiciar la colonización de organismos marinos, una de las funciones clave de los arrecifes coralinos naturales.
El uso de arrecifes artificiales se ha extendido en varias partes del mundo como mecanismo para proteger costas y manglares de la erosión ocasionada por el oleaje o las tormentas, y servir de hogar a diversas especies animales y vegetales.
Sin embargo, Gladys Bernal, especialista en oceanografía costera y ecología marina, advirtió sobre la necesidad de realizar los estudios adecuados para llevar a cabo esta actividad sin provocar daños mayores.
“Reconstruirlos es lo óptimo, pero construirlos donde antes no existían, podría generar un cambio en el ecosistema local, por lo cual tampoco es algo que se pueda hacer a la ligera y en cualquier parte”, dijo.
La contaminación, el cambio climático y las malas prácticas de pesca, entre otros abusos, afectan a los arrecifes naturales de coral, que están desapareciendo a una velocidad exponencial. Por eso, la creación de un sustrato artificial para los arrecifes coralinos es prometedora, según los científicos.
Los daños en los arrecifes coralinos son de gran impacto, dado que para que se formen naturalmente se requieren en algunos casos, varios siglos, pues su ritmo de crecimiento oscila entre uno y 30 milímetros por año.