Iglesia católica pide a colombianos aprovechar la Navidad para decir Sí a la Paz, No a la violencia
–Evocando las palabras del santo Juan Pablo II “con la guerra perdemos todos”, la iglesia católica exhortó a los colombianos a aprovechar la navidad para decir “sí a la paz, no a la violencia”.
Lo hizo a través del Obispo de Ipiales, Nariño, Monseñor Arturo Correa Toro, junto con un mensaje de la Conferencia Episcopal en el cual instó a los colombianos al perdón y a la reconciliación.
En su mensaje de navidad, los obispos católicos expresaron sus deseos de que “el nacimiento del Salvador sea motivo para que en nuestra sociedad también nazca un proceso de perdón y reconciliación y que entre los colombianos nos miremos con la confianza de que podemos vivir en paz y armonía”.
Independientemente, Monseñor Correa Toro, tras hacer un llamado a los compatriotas a decir “si a la paz, no a la violencia”, afirmó que “el corazón de los colombianos está herido por causa de tanta confrontación entre hermanos”.
Sin embargo, recordó que “todos hemos recibido una semilla de fe que nos ha permitido crecer en la capacidad de amar, perdonar y reconciliarnos”.
El obispo de Ipiales instó a los colombianos para que “a la luz del pesebre y de Jesús recién nacido, los católicos asuman un compromiso serio y decidido para trabajar en la transformación del país, que tanta paz necesita”.
“Debemos deponer toda actitud de injusticia y violencia de todas clases, para buscar en una gran humildad de voluntades la solución a los conflictos ancestrales que vivimos y que nos impiden compartir como hermanos” expresó el prelado.
Al evocar las palabras del santo Juan Pablo II “con la guerra perdemos todos”, el obispo insistió en que es una tarea de todos trabajar por la paz y por una nueva sociedad más incluyente.
A su turno, el arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez, dijo que la Navidad debe ser la fiesta de la Paz.
“El ser hijos de Dios –dijo el prelado – además de ser una gracia, también nos brinda la tarea de ser constructores de paz, una paz que basa en la fraternidad y que engendra solidaridad para construir una nueva sociedad”.
Por su parte, el Obispo de Buga, Valle, monseñor José Roberto Ospina Leongómez, en su mensaje resaltó el buen desarrollo del proceso de paz que se adelanta en Colombia y expresó que “la Navidad es una oportunidad para repensar nuestros valores”.
Añadió que “esta época permite sacar a las personas de la indiferencia y el egoísmo en que vive inmerso el hombre, por lo que recordó que esta fecha sirve para repensar los valores y compartir más en familia”.
“La Navidad para nosotros los adultos se vuelve otra vez como una remembranza de tiempos idos, de esos recuerdos bellos de vida en familia, de sentir que Jesucristo está en medio de nosotros y que nos invita a tomar los años maduros de la vida como años maravillosos, de dejar tantas cosas que tal vez en otros momentos pudieron haber sido parte muy importante de nuestra vida, pero que finalmente no eran fundamentales”, expresó el prelado.
El obispo de Buga invitó a los padres de familia a no olvidar la responsabilidad que tienen frente a la formación de sus hijos, mostrándoles el camino del bien; así mismo a los abuelos les exhortó a no dejar perder en sus nietos las tradiciones del rezo de la Novena, el pesebre y de ayudar a vivir en familia un acercamiento hacia Dios y a los demás.
De otro lado, el arzobispo de Tunja y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Luis Augusto Castro Quiroga, expresó su deseo de en esta Navidad además de la alegría de los regalos, la música y otros eventos propios, los colombianos también centren su regocijo en lo más importante y es “que Jesucristo nazca también en nuestro corazón y sintamos su presencia en nuestras vidas”.
Al recordar la estrofa del villancico que dice: «La malvada burra con su fino diente se comió las pajas del niño inocente», el prelado dijo que “si bien es el tiempo para comerse las pajas, para divertirse y hacer fiestas, no debemos olvidar al niño inocente, al Dios hecho hombre, a Jesús que se hizo como uno de nosotros”.
Monseñor Castro Quiroga afirmó que se vive una buena Navidad, cuando se tiene un encuentro continuo y maravilloso con Dios, permitiendo transformar la vida de cada persona.
Mientras tanto, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y arzobispo de Villavicencio, monseñor Oscar Urbina Ortega, expresó que el sentido de la navidad es estar siempre vigilantes.
El prelado ha recordado que el nacimiento del Hijo de Dios debe significar para el creyente disponibilidad en el corazón y en la actitud.
“Dios ama a las personas sencillas, que están vigilantes, disponibles a escuchar la Palabra de Dios y con el corazón abierto”, explica el arzobispo de Villavicencio.
“En Navidad somos portadores de paz, porque donde haya discordia debe nacer la paz, donde viene el odio, debe surgir el amor, donde dominen las tinieblas debe surgir la luz”, afirmó el prelado.
Por otra parte, el obispo de Istmina-Tadó (Chocó), monseñor Julio Hernando García Peláez, llamó en particular a los jóvenes a que sean protagonistas de una realidad presente, expresada en el amor, la paz y la reconciliación.
“El misterio de la encarnación nos permite en esta navidad suscitar a la promoción de la reconciliación entre los jóvenes, en una nación donde crece la división, los odios, los rencores y los resentimientos entre los adolescentes, esta es una bella ocasión para sentir la reconciliación que nos ha traído el niño de Belén, han quedado abolidos los odios y los rencores, no hay diferencias entre los seres humanos”, expresó el prelado.
Monseñor García Peláez al extender su saludo de Navidad a los jóvenes, les recordó que sólo quien ama es capaz de vivir en paz y dijo además que “cuando se pierde el amor, se empieza a vivir en guerras y odios”.