Edgardo Maya, Contralor General de la República, informó que el contrato de arrendamiento en donde actualmente opera la entidad no tendrá prórroga debido a que no se logró el acuerdo con los propietarios del inmueble de extenderlo por 10 años más.
Por tal motivo Maya anunció la suspensión de los servicios de la Contraloría en la sede Gran Estación a partir del 1 de enero del próximo 2015.
«Por esa razón a partir del primero de enero la Contraloría en Bogotá deja de funcionar hasta que consigamos una nueva sede», dijo Maya.
Los procesos de responsabilidad fiscal que adelantaba la entidad quedaron suspendidos, debido a que no se cuenta con un lugar adecuado para poder tramite a los procedimientos.
Según el ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, el Gobierno le ofreció una serie de alternativas en donde podría funcionar la sede de La Contraloría, entre ellos la antigua sede de la Dirección Nacional de Estupefacientes para que continúe con su funcionamiento.
“Dentro de los inmuebles que se lograron identificar hay varios de la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes”, expresó Martínez.
“En el Gobierno y siguiendo precisas instrucciones del presidente Santos, nos hemos puesto a la tarea de identificar alternativas que puedan resolver con sentido de oportunidad las necesidades de la Contraloría desde el punto de vista de su ubicación”, confirmó Martínez.
El pasado 10 de diciembre la Contraloría interpuso una acción de Tutela con la que buscaba aplazar la entrega de la actual sede en donde opera el órgano de control.
En el oficio interpuesto por el contralor Edgardo Maya, solicitaba la protección del derecho fundamental al trabajo y al buen nombre de más de dos mil empleados del ente de control que se verían afectados por otro cambio de sede.
La sección primera del Consejo de Estado negó la tutela, al considerar que dicha acción “no era idónea” para solicitar la continuidad del organismo en la sede ubicada en el centro comercial Gran Estación Fase II.
El alto tribunal también negó las medidas cautelares que pidió Maya para que se le permitiera seguir en el actual edificio.
Para el tribunal contencioso administrativo la acción de tutela no era la herramienta indicada para solicitar la continuidad de la sede en el actual predio ubicado en el occidente de Bogotá.
