La enfermera, Pauline Cafferkey, que trabajaba como voluntaria en un centro de Kerry Town gestionado por la ONG Save The Children, llegó la semana pasada la ciudad escocesa de Glasgow y luego trasladada a Londres, últimos reportes médicos señalan que su estado es crítico.

Pauline Cafferkey es tratada en el hospital Royal Free de Londres, que tiene una unidad de aislamiento para los casos de ébola y está equipada con su propio sistema de ventilación para evitar el contagio.

Según una nota de la unidad sanitaria, el estado de la trabajadora sanitaria se deterioró en los últimos dos días.

La enfermera llegó el pasado domingo por la noche a Glasgow tras un vuelo que hizo escala en Casablanca (Marruecos) y el aeropuerto londinense de Londres, donde se le permitió continuar su viaje a Escocia a pesar de comunicar a las autoridades que se sentía mal.

Hace unos días, los médicos del hospital informaron que la enfermera empezó a recibir un tratamiento experimental antivírico elaborado con plasma sanguíneo de sobrevivientes de la enfermedad.