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Procesos de nulidad matrimonial rápidos y libres de formalismo, pide el Papa Francisco

PAPA FRANCISCO- AUDIENCIA -0–El Papa Francisco reconoció hoy como “largo y fatigoso” el proceso de nulidad de los matrimonios católicos y pidió a los tribunales eclesiásticos abreviarlo y hacerlo más rápido y libre de formalismos.

Los pronunciamientos los hizo el Pontífice en Roma en el cierre del Congreso internacional de la Facultad de Derecho Canónico, de la Pontificia Universidad Gregoriana, celebrado a diez años de la publicación de la Dignitas Connubii, relacionada con las normas que deben observar los tribunales diocesanods e interdiocesanos al tratar las causas de nulidad del matrimonio.

En Dignitas connubii, promulgada el 25 de enero de 2005, se explica que la dignidad del matrimonio, que entre bautizados “es imagen y participación de la alianza de amor entre Cristo y la Iglesia”, reclama que la Iglesia promueva el matrimonio y la familia fundada en él con la mayor solicitud pastoral y, con todos los medios posibles, los proteja y defienda.

Precisamente con motivo de este aniversario, el Papa Francisco recibió, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, a los participantes y a los sacerdotes de la Facultad de Derecho Canónico de la Alta Casa de Estudios de los jesuitas que organizó el Congreso, con el patrocinio del Consejo Pontificio para los textos legislativos y de la Consociatio internationalis studio iuris canonici promovendo.

Al saludar con afecto a quienes proceden de las Iglesia locales de diversas partes del mundo para participar activamente en este Congreso, comunicando también las experiencias de sus Tribunales locales, el Santo Padre afirmó que es de gran consuelo su presencia numerosa y calificada, que se traduce en una respuesta generosa a las solicitaciones que todo auténtico ministro de los tribunales eclesiásticos siente por el bien de las almas.

El Pontífice destacó que la amplia participación en este encuentro, de casi 120 personas, indica la importancia de la Instrucción Dignitas connubii, que no está destinada a los especialistas del derecho, sino a quienes trabajan en los tribunales locales puesto que, en efecto, se trata de un modesto pero útil vademécum que lleva de la mano a los ministros de estos tribunales a fin de que los procesos se desarrollen de modo seguro y rápido al mismo tiempo.

Tras afirmar que el conocimiento de esta Instrucción también podrá ayudar en el futuro a los ministros de los tribunales a abreviar el itinerario procesal, que los cónyuges suelen percibir frecuentemente como largo y fatigoso, el Papa Bergoglio recordó que aún no se han estudiado todos los recursos que la Dignitas connubii pone a disposición para llevar a cabo un proceso rápido y libre de todo formalismo y que no se pueden excluir para el futuro ulteriores intervenciones legislativas tendentes a la misma finalidad.

El Pontífice volvió a recordar que entre las solicitudes de esta instrucción está la de la aportación propia y original del defensor del vínculo en el proceso matrimonial, cuya presencia y cumplimiento fiel de su deber no condiciona al juez, sino que permite favorecer la imparcialidad de su juicio, al presentarle los argumentos a favor y en contra de la declaración de nulidad del matrimonio.

Antes de impartirles su Bendición Apostólica, el Obispo de Roma concluyó este encuentro encomendando a María Santísima, Sedes Sapientiae, la prosecución de sus estudios y reflexiones sobre cuanto el Señor quiere hoy para el bien de las almas, que ha adquirido con su sangre.

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