Gobierno y Farc abordan en Cuba tema de víctimas, justicia transicional, dejación de armas y cese definitivo del fuego
–El gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc reanudan este lunes en La Habana las negociaciones de paz, sobre los dos últimos puntos de la agenda, que en concepto del presidente Juan Manuel Santos son los más difíciles del proceso: víctimas, justicia transicional, desmovilización, desarme y cese definitivo del fuego y reintegración.
Se trata del ciclo número 32 de las conversaciones, que se prolongará hasta el 12 de febrero y en desarrollo del cual el jefe del Estado impartió instrucciones para se negocien todos los puntos que tienen que ver con el cese al fuego, “pero no un cese de fuego parcial, sino un cese al fuego definitivo, de una vez por todas”, según sus propias palabras.
El presidente Santos indicó que en esta etapa del proceso se entrará a definir la forma como se van a satisfacer los derechos de las víctimas, sus derechos a la justiciaa, a la verdad, a la reparación, derechos, que subrayó, están consagrados en los tratados internacionales de los que hace parte Colombia.
Sobre el punto de la justicia transicional, el presidente Santos dijo que el gran reto es cómo conciliar la satisfacción de los derechos de las víctimas con la paz.
Al efecto, el primer mandatario estableció que las Farc han notificado que no van a aceptar entregar las armas para ir a la cárcel. Sin embargo, advirtió, el país no puede hacer borrón y cuenta nueva como se hacía en el pasado, porque, preguntó, dónde quedan los derechos de las víctimas, los derechos a la verdad, los derechos a la reparación, los derechos a la justicia.
“Yo espero que siendo creativos y con la voluntad política de parte y parte vamos a encontrar ese punto de equilibrio, ese justo medio”, precisó Santos.
El jefe del Estado hizo al respecto las siguientes las precisiones en un consejo regional de Ministros realizado en Guapi, en el departamento del Cauca
¿En qué van las conversaciones con las Farc?
Como el país sabe, pero mucha gente todavía no sabe, son cinco puntos que acordamos con las Farc discutir. Y si logramos esos cinco puntos, lograr acuerdos sobre esos cinco puntos, termina la guerra, fin del conflicto y nos dedicamos todos a la construcción de la paz.
Porque silenciar los fusiles no es la paz per se. La paz se va construyendo en nuestros hogares, en nuestros colegios, en nuestras comunidades, al interior de nosotros mismos, la paz se va construyendo.
Y es lo que estamos haciendo con la política social, con cerrar las brechas entre regiones ricas y regiones pobres, entre ciudadanos ricos y ciudadanos pobres, en dar más oportunidades.
De los cinco puntos que acordamos, ya logramos acuerdos sobre tres.
El primer punto, muy importante, se trata de lo que hemos llamado el desarrollo rural. ¿Eso qué quiere decir? Quiere decir simplemente que acordamos darle mucha más importancia al desarrollo en el campo, que es donde ha estado concentrado el conflicto y que es donde está concentrada la pobreza y que es donde hay mayor desigualdad.
Ahí se acordó todo un plan para llevar más inversión al campo, para llevar más proyectos al campo, para darles más tierra a los campesinos, para convertir el campo en un polo de desarrollo, no en una fuente de pobreza y de problemas.
Eso fue lo que logramos con el acuerdo sobre el primer punto. Aquí, y quiero aclarar, a nadie se va a expropiar.
Se ha circulado el rumor que es que van a expropiar a todos los agricultores que están cultivando sus tierras legalmente. Eso no es cierto.
Cualquier agricultor, cualquier dueño de un predio rural que este cultivando su predio normalmente lo que debe producirle este acuerdo es un gran regocijo y una gran felicidad porque lo que va a suceder es que al campo, a su zona, va a llegar más inversión, más colegios, más carreteras para poder sacar sus productos en mejores condiciones.
Más acceso a la salud. O sea que lo que hay ahí es desarrollo rural y ese es el primer punto que acordamos con las Farc.
Segundo punto: participación política.
¿Para qué les estamos proponiendo a las Farc que dejen las armas? Para que continúen su lucha política pero por las vías democráticas, por las vías legales.
Y ese es el espacio que les vamos a dar. La oportunidad de que se conviertan en movimientos políticos y continúen persiguiendo sus ideales pero no por la vía de las armas.
Dividir en forma tajante y totalmente, esa funesta combinación de violencia y política, violencia y política con armas, eso es lo que queremos acabar.
Y ahí en ese punto lo que acordamos fue profundizar nuestra democracia que es algo que cualquier democracia, en cualquier parte del mundo tiene que hacer permanentemente.
Las circunstancias van cambiando, hoy hay redes sociales, el Twitter se convirtió en un instrumento de defensa y ataque político y todo eso hay que irlo incorporando en los instrumentos que la democracia ofrece para hacer política, para ampliar las oportunidades, para que el partido se juegue en un nivel adecuado y justo para todo el mundo.
Y eso es lo que hemos acordado. Profundizar los instrumentos de participación para que ningún sector del país se sienta que está mal representado, darle a las zonas de conflicto que durante 50 años, -porque 50 años ha durado esta guerra-, que esas zonas que tradicionalmente han estado marginadas y no se sientan representadas, tengan representación y puedan expresarse y puedan participar de nuestra democracia.
Eso es lo que hemos negociado en el punto dos del acuerdo. Profundizar nuestra democracia y nada más. No estamos entregando, como algunos dicen, nuestras instituciones políticas, no estamos -ni más faltaba- imponiendo un sistema autoritario, comunista, nada de eso es lo que hemos negociado, es simplemente una profundización de la democracia.
Que es lo que hacen, repito, todos los países sensatos que se van acoplando a las nuevas circunstancias para que su democracia, con todos sus defectos, siga funcionando y funcionando bien.
El tercer punto, muy importante tiene que ver con el narcotráfico. Y ahí qué acordamos: acordamos realizar todo un esfuerzo para sustituir los cultivos ilícitos por cultivos lícitos.
Colabora las FARC con el Estado colombiano para que eso se lleve a cabo a la mayor brevedad posible y de la mejor forma posible.
Y combatir conjuntamente el narcotráfico. Eso es un punto de gran importancia por lo que ustedes todos se imaginan, porque si el narcotráfico ha sido el combustible de toda la violencia que hemos tenido en este país en los últimos 30, 40 años si seguimos siendo los mayores proveedores de cocaína a los mercados mundiales, imagínense el impacto tan positivo de poder reducir ese flagelo a su mínima expresión y poder generar otras alternativas de ingresos que sean ingresos legales, que sean productivos y que no generen esa violencia y ese atraso que nos ha generado el narcotráfico. Aparte del impacto que eso va a tener a nivel mundial.
Por eso este punto ha generado un gran interés a nivel mundial, a nivel de la región. En los mercados de Europa y Estados Unidos que son los mercados que compran nuestra cocaína, allá hay un gran entusiasmo porque esto va a tener un efecto muy positivo en esa lucha mundial contra el narcotráfico.
Faltan dos puntos, los puntos tal vez más difíciles. El punto de las víctimas, sus derechos y lo que se llama la justicia transicional.
Y el quinto punto que denomina el DDR. Qué es DDR, desmovilización, desarme y reintegración es decir el fin del conflicto propiamente dicho.
Y el cuarto punto es el punto que tiene que ver con la forma en que vamos a satisfacer los derechos de las víctimas, sus derechos a la justica, a la verdad, a la reparación. Son derechos además consagrados en los tratados internacionales de los que hace parte Colombia.
Por ejemplo, el llamado Tratado de Roma y somos el primer país que está negociando el fin de un conflicto armado bajo el paraguas de ese Tratado.
Cómo conciliar, cómo conciliar la satisfacción de los derechos de las víctimas con la paz. Ese es el gran reto.
La justicia cómo se aplica, por eso se llama justicia transicional. Ahí se permite una flexibilidad en materia judicial para poder lograr la paz.
La guerrilla nos dice: seríamos la única guerrilla que entrega sus armas para irse para una cárcel y eso no lo vamos a aceptar.
Nosotros les decimos: entendemos esa posición pero ustedes han cometido unos crímenes, unos crímenes que están contemplados en la jurisprudencia nacional e internacional y el país no puede simplemente como se hacía en el pasado hacer borrón y cuenta nueva.
Aquí nos olvidamos de todo lo que sucedió, porque dónde quedan los derechos de las víctimas, los derechos a la verdad, los derechos a la reparación, los derechos a la justicia.
Entonces, cómo conciliar esas dos posiciones aparentemente o no aparentemente, directamente antagónicas es el gran reto que tenemos por delante en la mesa de negociación.
Yo espero que siendo creativos y con la voluntad política de parte y parte vamos a encontrar ese punto de equilibrio, ese justo medio.
Y en el tema del DDR, por eso yo ofrecí o le solicité a los negociadores que están saliendo para Cuba este fin de semana, para que le digan a las Farc que iniciemos, desde ya, la discusión en la mesa técnica para negociar todos los puntos que tienen que ver con el cese al fuego pero no un cese de fuego parcial, un cese al fuego definitivo, de una vez por todas.
Eso tiene un trabajo bastante dispendioso. Por eso hace muchos meses un grupo muy importante de oficiales de muy alto rango han venido estudiando qué alternativas podría haber, cómo logramos negociar una desmovilización, un desarme y una reintegración en condiciones apropiadas a nuestro país.