En la ciudad de Da Nang, al sur de Vietnam, un grupo de policías capturó y secuestró a 16 palomas sospechadas de ser espías chinas.
Con todos los avances tecnológicos que las agencias pueden emplear, sumado el hecho de que hoy la información puede archivarse en forma digital, es fácil asumir que hoy el espionaje moderno es por piratería y vigilancia por drones. Es responsabilidad de las fuerzas militares y policiales obligar a todo el mundo a estar en guardia frente a las amenazas del espionaje orgánico.
Eso es lo que hicieron un grupo de ciudadanos y de policías de Vietnam que capturaron y detuvieron lo que ellos pensaban que era un grupo de 16 espías chinos, pero los sospechosos terminaron siendo inocentes y resultaron ser palomas de competición.
La policía de la ciudad de Da Nang había presentado 16 aves capturadas por residentes del lugar, que tiene alrededor de un millón de habitantes y donde esta especie no es una causa de alarma para nadie. Sin embargo, las que fueron llevadas a las fuerzas de seguridad se diferenciaban del resto.
Las aves tenían ciertas marcas en sus alas, en colores rojo y verde, lo que algunos sospecharon que podría ser un código de algún tipo. Además, tenían vendas en sus piernas donde había escritos números y letras. Al menos alguna de las letras era “CHN”, y apresuradamente concluyeron que esas 16 palomas eran espías enviados desde China.
Varios informes de medios vietnamitas comunicaron que en sus patas se encontraron dispositivos parecidos a una tarjeta de memoria. No obstante, resulta poco creíble que agencias de espionajes chinas dejen escrito su nombre sobre sus herramientas de vigilancia.
Luego de una investigación se descubrió que las palomas no eran espías, sino corredores. Los pájaros pertenecían a clubes de carreras de palomas de Taiwan, Filipinas, Indonesia y también de Vietnam. Las marcas servían para identificarlas para las competiciones, algunas de las cuales implican atravesar océanos y fronteras internacionales.
Por otra parte, si usted no puede soportar que una teoría conspirativa se pierda tan fácilmente, resulta un poco sospechoso que palomas de competición no sean lo suficientemente rápidas como para escapar de los vigilantes armados con redes, incluso aunque estén cansadas de sus vuelos de larga duración.