Por Mauricio Botero Caicedo
Según reciente informe del New York Times, el fiscal Alberto Nisman, cuya misteriosa muerte se ha apoderado de Argentina, había redactado una orden de detención de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusándola de tratar de proteger a los funcionarios iraníes de la responsabilidad en el atentado contra un centro judío 1994 en Buenos Aires.

La orden de captura, un documento de 26 páginas, fue encontrada en la basura en el apartamento del señor Nisman. En dicho documento se solicita igualmente la detención de Héctor Timerman, canciller de Argentina. Tanto la señora Kirchner y el canciller Timerman han negado reiteradamente la acusación del fiscal Nisman en el sentido que trataron de llegar a un acuerdo secreto con Irán de retirar órdenes internacionales de detención contra funcionarios iraníes buscados en relación con el atentado .

La nueva revelación de que el fiscal Nisman había redactado órdenes de arresto contra el presidente y el ministro de Exteriores ilustra las tensiones entre él y el gobierno antes de que Nisman fuera encontrado muerto el 18 de enero en su apartamento con una herida de bala en la cabeza. Él había sido programado al día siguiente para dar detalles ante el Congreso sobre sus acusaciones contra la señora Kirchner.

El documento de la orden de captura a la presidenta y al canciller pone en evidencia que lejos de ser un suicidio, la muerte del fiscal fue un asesinato. Lo que toca aclarar es ¿si dicho asesinato fue ordenado desde la Casa Rosada?