El Reino Unido será el primer país en permitir la concepción in vitro de niños de tres progenitores para prevenir enfermedades hereditarias graves, después de un debate el parlamento de los Comunes del país aprobara la medida.
La Cámara de los Comunes británica aprobó una legislación que autorizará una técnica de reproducción asistida que utiliza el ADN de tres personas. Esta técnica, que ha sido aprobada en la cámara baja con el voto a favor de 382 diputados frente a 128 en contra, ha suscitado un enconado debate ético y cuenta con la oposición de la Iglesia. Reino Unido se convertirá (tras la previsible aprobación en la Cámara alta) en el primer país que da luz verde a los llamados bebés de tres padres, y ayudará a cerca de 150 parejas que cada año pierden a sus bebés por enfermedades mitocondriales.
Se cree que uno de cada 6,500 bebés en Reino Unido desarrolla un serio trastorno mitocondrial, que puede llevar a problemas de salud como enfermedades del corazón y del hígado, problemas respiratorios, ceguera y distrofia muscular.
Los problemas con la mitocondria, las células “poderosas” del cuerpo, son heredadas de la madre, así que el tratamiento propuesto de fertilización significaría que la mujer afectada podría tener un bebé sin transmitir la enfermedad mitocondrial.
Pero la técnica innovadora de fertilización, que involucra transferir material genético nuclear del óvulo o embrión de una madre al óvulo o embrión de un donador al que se le quitó su ADN nuclear, genera preguntas éticas.
El nuevo embrión contendrá ADN nuclear del padre y la madre, así como ADN mitocondrial saludable del embrión de la donadora; creando efectivamente un bebé con “tres padres”.
Sin embargo, la cantidad de ADN de la donadora en la mitocondria será mucho menos que el ADN parental en el núcleo, que determina las características del bebé.
La técnica que se ha aprobado esta tarde, desarrollada en Newcastle, combina el ADN de los dos progenitores con la mitocondria sana de una donante mujer. De ahí el nombre popular de los tres padres. Aunque, de hecho, sería más correcto hablar de 2,002 padres, ya que solo casi el 0,2% (en concreto, el 0,18%) del ADN de la donante pasa al embrión y, aunque sí se transmite a generaciones posteriores, no afecta a características esenciales del individuo. También los órganos trasplantados convencionalmente contienen ADN del donante, y no se mezclan sus características genéticas con las del receptor de una manera relevante.
Julio Montoya, especialista en patología mitocondrial, explica que la terapia es esperanzadora y “muy buena”. Además técnicamente no es muy compleja. “Estamos expectantes”, comentaba, antes de conocer el resultado de la votación, este catedrático en Bioquímica de la Universidad de Zaragoza, que colabora como asesor científico con laAsociación de Enfermos de Patologías Mitocondriales.
El consejero nacional de asuntos médicos de la Iglesia de Inglaterra, el reverendo y médico Brendan McCarthy, describió el proceso como algo que representa una línea divisoria ética y dijo que se necesitan más investigación y un debate más amplio.
«Aceptamos en ciertas circunstancias que la investigación del embrión es permisible siempre y cuando se haga para aliviar el sufrimiento humano y los embriones se traten con respeto. Tenemos gran simpatía por las familias afectadas por la enfermedad mitocondrial y en principio no nos oponemos al reemplazo mitocondrial”, dijo.
«Sin embargo, nuestro punto de vista sigue siendo que creemos que la ley no debe cambiarse hasta que haya un mayor estudio científico y un debate informado sobre la ética, seguridad y eficacia de la terapia de reemplazo mitocondrial”.
El obispo John Sherrington, en un comunicado publicado en línea por la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales, instó a los legisladores a no apresurarse para tomar una medida tan seria.
«Parece extraordinario que se deba buscar una licencia para una técnica nueva radical que afectará a generaciones futuras sin realizar primero una prueba médica”, dijo. “También hay objeciones éticas serias para este procedimiento que involucra la destrucción de embriones humanos como parte del proceso”.
El Centro para la Genética y la Sociedad de California, dijo en una carta abierta a los legisladores británicos el mes pasado, que aunque la meta propuesta era noble, “las técnicas de hecho pondrán en riesgo a las mujeres y niños por complicaciones graves, divergiendo recursos de alternativas y tratamientos prometedores, y establecerán un precedente de políticas en que la experimentación en generaciones futuras es un desarrollo biomédico/de fertilidad aceptable”.
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