–Por lo menos 40 personas muertas y centenares de heridas dejó este domingo un violento enfrentamientos entre la policía y aficionados de fútbol antes de un partido entre los clubes Zamalek y Enppi en El Cairo, la capital de Egipto.

La tragedia se registró en los alrededores del estadio, apenas una semana después del tercer aniversario de una avalancha en la que murieron 74 seguidores del club Ahly en el estadio de Port Said, por lo que desde entonces la afluencia de público a los partidos de fútbol está limitada.

Según la versión de los medios de información locales, la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los hinchas que intentaron ingresar a la fuerza al Estadio.

El Ministerio del Interior egipcio afirmó que los enfrentamientos se produjeron después de que los partidarios de Zamalek intentaran acceder al estadio sin comprar entrada.

“Los aficionados del Zamalek intentaron entrar por la fuerza, y tuvimos que evitar que dañaran la propiedad pública”, declaró el Ministerio del Interior en un comunicado.

La mayoría de víctimas murió por asfixia tras una estampida después de que les lanzaran gases lacrimógenos”, relató al diario oficialista Al Ahram un médico del hospital al cual fueron trasladados los cadáveres.

Los enfrentamientos se produjeron en el estadio de la Defensa Aérea, propiedad de las Fuerzas Armadas, en donde, a pesar de la tragedia, no se canceló el partido, aunque comenzó media hora tarde y terminó empatado 1-1.

Sin embargo, después, el Gobierno notificó en un comunicado la suspensión de forma indefinida del campeonato de liga.

El escrito oficial responsabiliza a aficionados de fútbol de tratar de asaltar el estadio y de agredir a la policía. Sin embargo, los Ultras White Knights aseguraron que les lanzaron gases lacrimógenos cuando estaban acorralados contra una valla metálica con alambrada.

No es la primera tragedia que ocurre alrededor del fútbol en Egipto. Se recuerda que el 1 de febrero de 2012, 74 personas perecieron y 254 resultaron heridas en unos choques similares en el estadio de Port Said entre los seguidores del club local y del Al Ahly, el más popular de Egipto.

Un año después, se reanudó la competición pero se prohibió la entrada de público a los campos de fútbol por razones de seguridad y a finales del año pasado, la Federación decidió levantar la suspensión y permitir la entrada a un número limitado de aficionados a los estadios de fútbol en los partidos de primera división.

Concretamente, se fijó un máximo de 10.000 espectadores para los estadios de los clubes del Zamalek y el Ahly, los dos más populares del país árabe, así como también en el Burg Al-Arab de Alejandría. Y en el resto de campos, el límite se estableció en 5.000 asistentes.

Según fuentes del Zamalek, para el partido del domingo, que enfrentaba al laureado club cairota con el Enppi, el club distribuyó 5.000 entradas, mientras el resto se pusieron a la venta en las taquillas.

Después del golpe de Estado del verano del 2013, la policía ha utilizado los mismos métodos brutales que utilizaba durante el régimen de Hosni Mubarak, derrocado en la revolución de 2011.

Según los reportes periodisticos, se estima que unas 3.000 personas han muerto, en los últimos 18 meses, en la represión de protestas antigubernamentales y otras 40.000 han sido arrestadas, la mayoría simpatizantes de la cofradía islamista de los Hermanos Musulmanes.