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Rectores de Universidades apoyan programa “Ser pilo Paga”, pero rechazan Ley de Inspección y Vigilancia

Estudiantes–Los rectores de 10 de las universidades más importantes del país expresaron su “apoyo irrestricto” al programa del gobierno nacional “Ser pilo Paga”,mediante el cual cerca de 10 mil jovenes colombianos fueron becados en esos centros de enseñanza superior, pero le hicieron algunas críticas y pidieron hacerle ajustes. Al mismo tiempo, rechazaron la Ley de Inspección y Vigilancia que fue puesta en vigor a finales del año pasado.

“El programa “Ser pilo paga” requiere ajustes para alcanzar mayor equidad y la efectiva ampliación de cobertura educativa”, advirtieron los rectores en una reunión que sostuvieron para analizar la iniciativa gubernamental y al termino del cual aprobaron la redacción de un documento para hacerle llegar al Ministerio de Educación, “con el ánimo de perfeccionar el modelo con una crítica propositiva”.

En el encuentro participaron las cabezas visibles de las universidades públicas: Nacional, Industrial de Santander, Universidad del Valle y Universidad de Antioquia y de las privadas los Andes, Javeriana, Externado, Pontificia Bolivariana, EAFIT y Universidad del Norte, que hacen parte del G-10, constituido en enero de 1995, con el objetivo inicial de estudiar el significado de los procesos de autoevaluación y hacer algunas propuestas para su aplicación en Colombia.

El programa “Ser pilo paga” nació como resultado de una de las investigaciones del Centro de Estudios Interdisciplinarios Básicos y Aplicados (Ceiba) acerca de cómo retorna a la sociedad la inversión de los estudiantes de educación superior en todas las modalidades: técnica, tecnológica y universitaria.

El rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, destacó como una falencia del programa la exclusión de poblaciones, como las pertenecientes al estrato tres, quienes no son suficientemente pobres para acceder a las becas, pero tampoco tienen los recursos necesarios para realizar estudios superiores. Por lo anterior, el profesor Mantilla afirmó: “Hay que pensar en un modelo que permita una selección más equitativa”.

Ademas dijo que para una beca de este tipo, la universidad recibe el costo de la matrícula, pero el responsable del crédito es el estudiante. Es decir, “la responsabilidad de la institución que recibe al estudiante no está perfectamente establecida en el programa”

“De manera que una institución irresponsable podría despreocuparse por la deserción y no se vería afectada. Lo positivo es que los recursos se están asignando a universidades acreditadas”, afirmó Mantilla, quien además advirtió que “las becas no garantizan cupos nuevos en la educación superior, pese a ser uno de los ejes del actual Gobierno”.

No obstante, el rector de la Nacional concluyó: “Pese a las deficiencias del programa “Ser pilo paga”, es posible ver cómo una beca transforma la vida de una persona”.

Entre tanto, pese a las polémicas de exclusión y bullying a los estudiantes becados en las universidades privadas, el profesor Ángel Pérez Martínez, economista de la Universidad Nacional de Colombia y administrador público indicó: “Los estratos 5 y 6 acceden a la educación en las universidades privadas, en tanto que los estratos 1 al 3 deben pensar en la educación pública. Este programa puede considerarse una herramienta de integración social, pues en las universidades se encuentran estudiantes de todos los estratos”.

A su turno, Rodolfo Arango, de la Universidad de los Andes, afirmó: “Como política de largo plazo, pensada en la inclusión y equidad en Colombia, es inadecuada porque utiliza recursos importantes del presupuesto para una cuestión focalizada, un subsidio a la demanda con una presentación de bondad ante la sociedad, pero distrayendo la necesidad real de la ampliación de cupos y la creación de universidades públicas en las regiones del país”.

Por su parte Alberto Uribe, rector de la Universidad de Antioquia, consideró que este programa es valioso para el país y para las instituciones acreditadas institucionalmente. “Hacemos un plan con los directores de bienestar y de docencia para intercambiar experiencias exitosas”, concluyó.

Respecto a una eventual Ley de Inspección y Vigilancia, a través de la cual se crearía la Superintendencia de Educación, el G10 se declaró en contra.

Los rectores señalaron que cuando se entrega la calidad a funcionarios y no a pares hay una gran diferencia, lo cual sería retroceder.

“Creemos que esto conlleva a crear un ente burocrático, sobre todo en el tema de calidad. Considero que el Consejo Nacional de Acreditación ha hecho un estupendo trabajo en temas como la evaluación del concepto de calidad de una universidad, que está a cargo de pares académicos de otra institución”, afirmó Pablo Navas Sanz, rector de la Universidad de Los Andes. (Con Información de Agencia de Noticias U.N)