Luego de ser masacrados cuatro menores de edad que se encontraban durmiendo y sus cadáveres apilados para disuadir a sus padres a abandonar las tierras donde residían, el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, propone abrir el debate sobre la pena de muerte para esta clase de crímenes, denominados atroces.

“En estas circunstancias bien vale la pena revivir ese debate: si vale o no considerar la pena de muerte para quienes incurran en delitos atroces, especialmente a los que tienen víctimas a menores de edad”, dijo Palomino a una emisora colombiana.
Así mismo, Palomino reveló que el autor material de la masacre fue Cristopher Chávez, quien junto con su socio, Edison Vega, habían enterrado la moto y la ropa que utilizaron ese día para ocultar las pruebas que los inculpaban y distraer las investigaciones de las autoridades.

“Sabíamos que estos delincuentes estaban en la preocupación de deshacerse de la motocicleta porque sabían que al encontrarla podría ser un indicio grave que lo imputaría como responsable”, dijo Palomino.

Los menores, que fueron asesinados con impacto de bala en la cabeza, tenían 4, 10, 14 y 17 años de edad.