Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó su “profunda preocupación” por Venezuela
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos () expresó este martes su “profunda preocupación” por la situación política en Venezuela y “las consecuencias para la vigencia plena de los derechos humanos”, en particular la detención de civiles en instalaciones militares.
“La Comisión recuerda al Estado de Venezuela su obligación de garantizar la vida, la integridad y la seguridad de todas las personas privadas de libertad, así como condiciones de detención conformes con los estándares internacionales en la materia”, señaló la entidad en una nota oficial.
Para la CIDH (un órgano independendiente de la Organización de Estados Americanos), “es incompatible con los estándares internacionales que civiles sean recluidos en una cárcel militar”.
Para la CIDH, los Estados deben mantener el orden público y proteger a las personas bajo su jurisdicción, pero añadió que “los medios y métodos que se utilicen para el cumplimiento de estos fines deben ser congruentes con los derechos humanos internacionalmente reconocidos por los Estados y con los principios que inspiran una sociedad democrática”.
La nota de la CIDH recordó que el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, fue detenido por hombres fuertemente armados que no presentaron orden judicial de detención. Otros opositores, como Leopoldo López y Daniel Ceballos, están arrestados en la prisión militar de Ramo Verde, señaló la Comisión.
Para la entidad, “la detención preventiva debe utilizarse de manera excepcional”. Además, señaló la entidad, “debe aplicarse de acuerdo con criterios de necesidad, proporcionalidad y durante un plazo razonable. En este sentido, la CIDH urge al Estado a liberar a estas personas mientras están siendo procesadas”.
La CIDH “llama al Estado de Venezuela a buscar soluciones pacíficas a su actual problemática y a generar un diálogo con la oposición dentro del marco de la democracia, el Estado de Derecho y la plena vigencia de los derechos humanos”, apuntó la nota.
Para la Comisión, “las voces de la oposición resultan imprescindibles para una sociedad democrática, sin las cuales no es posible el logro de acuerdos que atiendan a las diferentes visiones que prevalecen en una sociedad”.