–El presidente Juan Manuel Santos afirmó que el eventual acuerdo que se suscriba con la guerrilla de las Farc en La Habana, Cuba deberá apegarse a los tratados internacionales, pues advirtió: “Nosotros no queremos firmar un acuerdo de paz para que luego sea derrotado en las cortes”.
El mandatario hizo el pronunciamiento en la instalación del foro “Comisiones de la Verdad y Proceso de Paz: Experiencias Internacionales y Desafíos para Colombia”, al cual asistió su promotor, el Premio Nobel de Paz, Kofi Annannen, referencia a la posibilidad de que el posible acuerdo pueda ser demandado ante los tribunales nacionales e internacionales, como la Corte Constitucional y la Corte Penal Internacional.
Santos advirtió que si Colombia quiere establecer una paz cierta, se deben conciliar fines que aparentemente son incompatibles: la realización de la justicia y el respeto de los derechos de las víctimas, por un lado, y el fin de una violencia de décadas y la prevención de daños futuros, es decir, de nuevas víctimas, por el otro”.
Agregó que dentro de la búsqueda de la paz –el bien supremo de cualquier sociedad–, uno de los temas más importantes es el de la justicia transicional” y explicó que se trata de aplicar “los mecanismos necesarios para lograr justicia en tiempos de transición del conflicto armado hacia la paz”.
Dirigiendose a Kofi Annan, el presidente Santos dijo que en este proceso “hemos querido aprender de todos los procesos del mundo, los hemos estudiado, sus éxitos, sus fracasos, qué es aplicable a nosotros y qué no y hemos ido paso a paso aprendiendo de las lecciones que nos dan otros procesos, de lo bueno y de lo malo. En la Comisión de la Verdad también estamos haciendo lo mismo”.
En particular — continuó diciendo–, hemos estudiado el informe de su Fundación, de la Fundación Kofi Annan y el Centro Internacional para la Justicia Transicional –sobre las comisiones de la verdad y los procesos de paz– que hoy se presenta en su versión en español, de alguna manera parece escrito para Colombia, así que no podría haber llegado en mejor hora.
Destacó que el informe parte por reconocer que usualmente hay intereses encontrados entre quienes buscan lograr un acuerdo de paz y quienes buscan crear mecanismos de rendición de cuentas por crímenes cometidos en el pasado.
Señaló que “a diferencia de la mayoría de transiciones en donde los negociadores han firmado amnistías generales y luego los abogados han iniciado acciones para derrocar en cortes nacionales e internacionales los acuerdos de impunidad–, nosotros no queremos firmar un acuerdo de paz para que luego sea derrotado en las cortes”.
Sabemos muy bien –somos muy conscientes- que tenemos que responderles a las víctimas e incorporar en los acuerdos mecanismos de rendición de cuentas, mecanismos de lucha contra la impunidad. precisó. El informe que ustedes presentan hoy, reconoce, mi querido Kofi Annan, que no hay fórmulas estandarizadas de comisión de la verdad y que hay que atender a los contextos. Nada más cierto.
Por eso no pretendemos copiar modelos de una u otra comisión sino identificar de manera concreta las necesidades de esclarecimiento y construcción de verdad en Colombia, añadió. No se trata de crear una comisión de la verdad porque toque o porque sea un estándar, sino porque realmente sea útil para nuestro proceso de transición.
Luego hizo las siguientes precisiones:
En nuestro proceso, estoy convencido de que es necesaria una comisión de la verdad, no sólo porque las víctimas la están pidiendo sino porque aún hay deudas muy significativas de esclarecimiento, y de reconocimiento de lo ya esclarecido, que ameritan su creación. Son dos cosas muy diferentes pero muy importantes que ameritan su creación.
Es el caso, por ejemplo, de la violencia sexual y el reclutamiento forzado de menores; la búsqueda de personas desaparecidas; acabamos de firmar un decreto reglamentando la Ley de Víctimas para ese preciso objetivo, la obtención de datos estadísticos certeros sobre el número de víctimas frente a cada tipo de violación a los derechos humanos; la visión de la verdad desde los distintos sectores de la sociedad.
Parece increíble pero –por ejemplo– hay sectores de nuestra sociedad que aún hoy niegan que el fenómeno paramilitar existió y niegan las atrocidades que cometieron quienes participaron en él. ¡Eso no se puede seguir negando!
Necesitamos también una comisión de la verdad porque nos va a permitir poner en marcha un momento de catarsis, simbólico, que permita fortalecer la convivencia pacífica en los territorios.
Los expertos en estas comisiones que hemos consultado y hemos consultado muchos aquí han venido expertos de todos los países del mundo, de los países que han tenido experiencias, nos han explicado que en estos temas es más importante la puesta en marcha de audiencias públicas que el resultado mismo de un reporte final. Me pareció interesante esa apreciación.
El informe que hoy se presenta hace también énfasis en la importancia de limitar el mandato de la comisión. Aquí hay una expresión que usamos mucho los colombianos ‘el que mucho abarca, poco aprieta’ y yo creo que eso es aplicable a la Comisión de la Verdad, no hay que limitar su alcance.
Las experiencias internacionales nos enseñan que la comisión de la verdad tiene que partir de premisas realistas, tiene que tener un mandato concreto, como usted lo señalaba señor Kofi Annan, y no puede pretender develar TODOS los fenómenos políticos, sociales y económicos de la historia de nuestro país.
Hay muchos ejemplos en el mundo de comisiones de la verdad que, por querer abarcarlo todo, no dieron ningún resultado práctico, útil.
Por eso tendremos que diseñar muy bien y de manera acotada la comisión, de tal forma que lo que de allí surja sea verdaderamente útil.
Tomamos atenta nota ya lo habíamos discutido de la necesidad de poner gente por encima de cualquier sospecha.
Finalmente, el informe resalta la importancia del factor humano en las comisiones de la verdad, pues si nos equivocamos en quiénes serán los comisionados todo el proceso fracasa.
Y repito, deben ser personas con una independencia y una integridad a toda prueba.
Ha habido experiencias recientes de procesos muy complejos de selección de comisionados que –aunque participativos– han terminado en la escogencia de personas que luego han sido tachadas por su falta de idoneidad o por su parcialización y ¡Eso no nos puede suceder!
Así pues –querido Kofi Annan y amigos del ICTJ–, les agradecemos enormemente su presencia, la organización de este foro y el gran aporte que hacen a la paz con este informe que acaban de presentar que hemos estudiado y seguiremos estudiando con detenimiento.
Estamos considerando todas las lecciones aprendidas para poder lograr acuerdos en la mesa de conversaciones sobre los elementos centrales de una comisión de la verdad para Colombia y ojalá podamos hacerlo rápido.
Lo hacemos porque sabemos que avanzar hacia la verdad es avanzar hacia la paz.Lo hacemos porque sabemos –como dije al principio– que la verdad libera y sana… La verdad nos hace libres, concluyó Santos.