El Congreso brasileño aprobó un proyecto de ley que agrava las penas para quienes asesinen a una mujer por razones de género, delito que fue incluido en el código penal como “feminicidio”, y que en una década se cobró la vida de 50.000 mujeres.
“El feminicidio distingue el crimen violento contra las mujeres de los crímenes generales. Es un proyecto para el bien de Brasil porque, siendo favorable a las mujeres y contra la violencia que afecta a cualquier mujer, estamos dándoles un instrumento de protección y garantía”, declaró la ministra de la Secretaría de la Mujer, Eleonora Menicucci, durante la sesión parlamentaria.
La nueva ley considera que una mujer es asesinada por cuestiones de género cuando el crimen involucra violencia doméstica y familiar, o menosprecio y discriminación contra su condición de mujer.
También establece el feminicidio como un agravante del crimen de homicidio.
La pena puede variar entre 12 y 30 años de prisión.
Además, si una mujer es asesinada estando embarazada, o enfrente de sus hijos u otros familiares, la pena aumenta un tercio. Lo mismo si la víctima es una mujer menor de 14 años, mayor de 60, o con deficiencia.
Unas 50.000 mujeres murieron en Brasil por violencia de género entre 2001 y 2011, según datos del Instituto de Investigación Económica del Gobierno, que no dispone de cifras más recientes.
El proyecto de ley que instaura el feminicidio fue aprobado por ambas cámaras del Congreso y sólo resta la sanción de la presidenta Dilma Rousseff.
La nueva norma avanza otro paso en el combate a la violencia doméstica en Brasil, que en 2006 aprobó la ley “Maria da Penha”, con penas más duras por violencia doméstica y coloca el asunto bajo responsabilidad del Estado.
La norma fue apodada en homenaje a una bioquímica que luchó durante años para que su marido fuese condenado por intentar asesinarla dos veces y por haberla dejado parapléjica.
AFP