La Luna se está distanciando de la Tierra a razón de casi 4 centímetros por año… ¿por qué?
–Hasta hoy, la distancia exacta de la Luna con relación al planeta Tierra, es de 393.499 km, 257 metros y 798 milímetros, pero para este mismo día del 2016, esa distancia habrá aumentado cerca de 4 centímetros. El hecho es que, para ser más precisos, el satélite plateado se distancia de nuestro planeta 3,78 centímetros por año.
Así lo estableció la investigadora Margaret Ebunoluwa Aderin-Pocock, del departamento de Ciencia y Tecnología del University College de Londres, quien advirtió que hoy la Luna está 18 veces más lejos de la Tierra que cuando esta se formó, hace 4.500 millones de años.
Este alejamiento se debe a que la fricción entre la superficie de la Tierra y la enorme masa de agua que está sobre ella hace que, con el tiempo, nuestro planeta gire un poco más lentamente sobre su eje, explicó la investigadora, según un informe que publica BBC Mundo Ciencia.
Por cada acción hay una reacción igual y contraria. Ésta es la tercera ley de Newton. La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna. Y, cuando algo que está en órbita se acelera, esta aceleración lo empuja hacia afuera, explica.
Pero ¿cómo ha sido posible medir con tanta exactitud el alejamiento?. Pues, ha sido gracias a los alunizajes del programa Apolo de la NASA que tuvieron lugar entre 1969 y 1972.
Según el informativo británico, en tres de las misiones, los astronautas dejaron en el satélite unidades retrorreflectoras repletas de pequeños espejos y desde ese entonces, astrónomos han estado lanzando rayos láser hacia ellas pera llevar un registro exacto de en cuánto se está alejando.
“Enviamos cerca de 100 cuatrillones de fotones con cada pulso láser. Si tenemos suerte, por cada pulso que enviamos regresa (a la Tierra) un fotón”, explica a la BBC Russet McMilllan, científica del observatorio astronómico Apache Point Observatory (APO, por sus siglas en inglés) ubicado en la Sierra del Sacramento, en Nuevo México, Estados Unidos.
Pero aunque a simple vista un fotón parezca poco, es suficiente para medir la distancia entre la Luna y la Tierra hasta su último milímetro subraya el reporte, que además precisa que en el momento en que la BBC conversó con McMillan, la distancia exacta era de 393.499 km, 257 metros y 798 milímetros.
El informe detalla luego los efectos que causa este distanciamiento del satélite natural de la Tierra.
A medida que la Tierra gira más lentamente, los días se tornan más largos, explica. Ya están volviéndose más largos a razón de dos milisegundos cada cien años.
Por otra parte, los inviernos serán mucho más fríos y los veranos mucho más cálidos.
Esto puede tener un efecto devastador sobre la Tierra ya que los animales tienden a adaptarse a un tipo de clima pero no a extremos.
La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna.
Y si la fuerza de gravedad de la Luna se torna más leve, las mareas en la Tierra ya no serán tan marcadas.
No obstante, incluso sin la Luna, existirían las mareas, aunque leves, por el efecto del Sol.
Sin embargo, ninguna de estas consecuencias debería preocuparnos: los cambios son demasiado sutiles para que podamos ser testigos de ellos.
La Luna nunca se escapará de la Tierra. Incluso, si la Tierra continuara ralentizándose, girará a la misma velocidad a la que orbita la Luna. En dicho momento, la
Tierra y la Luna llegarán a un equilibrio y la Luna dejaría de alejarse.
Pero, mucho antes de que esto ocurra, el Sol se expandirá hasta convertirse en un gigante rojo y se tragaría en el proceso a la Tierra y su satélite.
Dicho esto, no hace falta preocuparnos, aún faltan cerca de cinco mil millones de años para esta eventualidad, concluye el informe.