Con la presencia de los Ministros de Justicia Yesid Reyes e Interior Juan Fernando Cristo, diversos sectores de la sociedad colombiana, la rama judicial y observatorios de orden electoral sentaron su posición sobre el acto legislativo de Equilibrio de Poderes, que dejó en claro en dotar de garantías a la oposición, como un mecanismo de fortalecer la democracia colombiana.

En este sentido, uno de las tesis que se manejó durante la Audiencia Pública, es que el segundo en votos en la elección presidencial ocupe una curul en el Senado, al tiempo que el segundo en votos por la carrera a la Vicepresidencia de la República, ocupe por derecho propio una curul en la Cámara de Representantes.

Igual sucedería en el caso para quienes resulten en segundo lugar en los comicios, en su calidad de candidatos a una Alcaldía de un municipio del país, quién llegaría por derecho propio a ocupar una curul en el Concejo. Lo mismo en el caso, de un aspirante a la Gobernación, que al resultar derrotado por el voto popular, entraría a formar parte de la Asamblea del departamento, donde aspiro a orientar sus destinos.

Otro de los temas, que se analizó con detenimiento por parte de los asistentes a la Audiencia Pública como la Misión de Observación Electoral, giro en torno a la eliminación del voto preferente y la inclusión de la lista cerrada como mecanismo democrático, al interior de los partidos políticos en Colombia.
De tomarse esta decisión por parte de los senadores ponentes –por recomendación de los asistentes a la Audiencia Pública- se traduciría en colocar fin a la listas “interminables de candidatos en la elección para Senado y Cámara.

En el caso del 2010, la Registraduría informó la inscripción de 2.481 candidatos para suplir 267 curules al Congreso, lo que a todas luces es inmanegable. “Se debería pensar en construir un sistema de financiación de las campañas 100 por ciento por parte del Estado”, dijo el senador Manuel Enríquez Rosero (Partido de la U).

Lo que es evidente, es que el estudio del proyecto de acto legislativo de Equilibrio de Poderes, es una oportunidad para cambiar las costumbres políticas del país, a partir del fortalecimiento ideológico de los partidos frente a la ciudadanía y un control por parte del Estado, en materia de financiación.
El tema, ocupará la agenda legislativa en los próximos meses, bajo la mira de la opinión pública nacional e internacional.