En Casanare, conocido por la explotación de petróleo, una empresaria bogotana, pero “casanareña por adopción”, creó un dulce único que se consolida como alimento típico de la región con reconocimiento en todo el país.
? Martha Isabel Garzón Zea, es egresada del Técnico en Cocina del SENA. Ella es una emprendedora exitosa que ha logrado que su arequipe de yuca sea considerado el dulce casanareño, el souvenir del departamento.
Con orgullo dice “soy casanareña por adopción. Nací en Bogotá pero hace seis años vivo en Yopal, desde cuando vine de vacaciones solo por unos días; por ese entonces salió una convocatoria para estudiar en el SENA y por eso me quedé”.
?Martha también trabaja con operadores turísticos, agencias de viajes, hoteles y empresas petroleras. “Además, hacemos envíos a Bogotá y a Santa Marta (Magdalena), pues nos proyectamos para que entre en el variado menú gastronómico de la nación”.
Martha es una mujer juiciosa, dedicada y muy sonriente, que no abandona lo que emprende; tiene 35 años y se considera buena hija, buena hermana, buena amiga y buena tía, por ahora, porque aún no tiene hijos, aparte de Mak YuKa y YuCafé.
El proceso formativo en Cocina despertó su interés por la gastronomía llanera; recuerda que hicieron un tour por Casanare, hablaron con la gente de sus recetas y que conoció una tradición que le encantó y la llevó a pensar en hacer un producto para la región.
Mak Yuka es la marca de sus productos, todos a base de yuca; inició con el arequipe, fue adicionando a su portafolio refrigerios con muffins, trufas, galletas y sorbetes, los cuales ahora también vende en su tienda café YuCafé, donde además ofrece café de Támara y artesanías llaneras.
Argumenta que la idea nació de la necesidad de cuando al viajar, quería llevar un dulce casanareño y no encontraba más que productos de todas partes de Colombia, nada propio.
“Empecé a trabajar con la yuca, uno de los productos que se cosechan en el departamento y que me permite aprovechar el azúcar natural; así se reduce en más del 50 por ciento el azúcar de mis dulces en comparación con los demás que se encuentran en el mercado”.
La directora del SENA en Casanare, Johana Astrid Medina Peña, destacó que “el proceso de Martha es uno de tantos ejemplos exitosos de la formación técnica y tecnológica que imparte la entidad, propiciando mayores posibilidades de desarrollo personal y laboral en el país”.
Recordó que Colombia ha venido impulsando la formación técnica y tecnológica como una opción para la competitividad con el objetivo de responder a las necesidades de los sectores productivos, logrando una articulación entre la educación y el trabajo; así está establecido en la Guía No. 32 del Ministerio de Educación Nacional: Educación Técnica y Tecnológica para la Competitividad.
Martha hizo la práctica y trabajó con algunas empresas del sector de catering en Yopal; siguió laborando en cocina, como chef o auxiliar, “pero decidí independizarme y empecé con el tema del emprendimiento; participé en el concurso ‘Póngase las gafas para ver con visión empresarial’, organizado en Yopal por algunas entida