Tras conocerse la noticia de que la aerolínea alemana, Lufthansa, no informara a las autoridades del tráfico aéreo del estado psiquiátrico que padeció el copiloto Andreas Lubitz, la aerolínea se defendió diciendo que no existía una normatividad en el país que exigiera informar a las autoridades de aviación sobre estos casos.
De acuerdo con Lufthansa, Andreas Lubitz fue calificado como piloto antes de 2013, año en que se establecieron normas de información más estrictas.
“No es cierto que el departamento federal de Tráfico Aéreo (LBA) estuviera informado de la situación médica del caso L.”, indicó a ese medio una fuente de ese organismo.
De acuerdo con esa versión, el LBA tuvo por primera vez acceso a las actas médicas del Aeromedical Center de Lufthansa el 27 de marzo, tres días después de la tragedia del vuelo 4U 9525 que había partido de Barcelona con destino a Düsseldorf.
El rotativo recuerda que Lufthansa, aerolínea matriz de Germanwings, estaba obligada a comunicar casos graves, como una depresión, en razón de una normativa vigente desde 2013.
La duda sobre si Lufthansa conocía sobre algún problema psiquiátrico del copiloto podría influir en su responsabilidad en el desastre. Estimaciones del grupo asegurador Allianz proyectan que las aseguradoras terminarán pagando 300 millones de dólares en solicitudes y en costos vinculados al desastre.
Durante 2009, Lubitz interrumpió su entrenamiento como piloto por varios meses. Cuando lo retomó, le dijo a los instructores de Lufthansa que había superado un período de depresión grave.
Lubitz fue acreditado para volar aviones comerciales por primera vez en 2012.
Bajo las regulaciones europeas, los examinadores aeromédicos deben derivar a los pilotos con problemas psiquiátricos a la autoridad que otorga las licencias, que podrían restringir la licencia del piloto.
La Oficina Federal de Aeronáutica Civil (en alemán Luftfahrt-Bundesamt o LBA) dijo el domingo que no contaba “con ninguna información” sobre la depresión del copiloto antes de que estrellara el avión.
Según explicó Lufthansa, una cláusula en la nueva regulación, que se introdujo en Alemania en abril de 2013, salvaguardaba determinados certificados de aptitud para volar preexistentes y certificados médicos emitidos por especialistas médicos en aviación.
Para la aerolínia, los centros aeromédicos o doctores del sector de la aviación podrían emitir extensiones a tales certificados médicos aún tras la implementación de las nuevas normas.
“Es por eso que no surgió un deber general e independiente de remitir a la LBA (esa información médica sobre Lubitz) como resultado del cambio de la posición legal”, puntualizó la aerolínea.
Fuente: Univisión Noticias