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En un mundo donde miles de personas se preocupan por establecer si el color de un vestido es azul o blanco consiguiendo con su opinión millones de comentarios en redes sociales; en el que madres venden a sus hijos por internet; taxistas golpean pasajeros; una Corte Suprema es cuestionada; rebeldes matan cruelmente por ideas políticas y religiosas; países levantan bloqueos económicos pero no generan acuerdos e individuos ebrios dicen “usted no sabe quién soy yo”, ha llevado a muchos a afirmar que este es un mundo de locos, donde los filósofos son algo así como ejemplares en vía de extinción.
Para los expertos en filosofía es todo lo contrario. La realidad demuestra que este momento de la historia es mucho más complejo que la época en la que Sócrates, Platón o Aristóteles, los tres grandes filósofos griegos quienes buscaron responder a profundos dilemas existenciales. Consiente de esa realidad la Universidad de La Salle reunirá del 15 al 17 de abril, a reconocidos expertos en filosofía y letras para celebrar el cincuentenario de la Facultad en el evento titulado, Semana de los 50 años.
“Será un homenaje a una Facultad que durante medio siglo se ha distinguido por su carácter pluralista, reflexivo, conciliador, vanguardista, y que desde sus inicios ha formado pensadores que sirvan al país, estudiosos de la filosofía capaces de redescubrir al hombre en su ser personal, y ser coherentes con el llamado que ha existido a la filosofía ayer y hoy en el contexto colombiano, un llamado a aportar una comprensión profunda del presente que sirva como horizonte y norte de una educación para pensar, decidir y servir. Las temáticas serán: ¿Y nuestra historia qué?, ¿Por qué hacemos filosofía?, ¿Pensadores profesionales?”, explica Mery Castillo Cisneros, Decana de la Facultad de Filosofía.
Factores que atentan hoy contra la filosofía
Enver Joel Torregroza, Profesor e Investigador invitado a la Semana de los 50 años de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de La Salle, adelanta algunas de las ideas que expondrá en el evento programado del 15 al 17 de abril.
1. Las políticas educativas que procuran únicamente formar profesionales hábiles para el mercado, y que consideran inútiles las humanidades.
2. La relativización de la cultura, motivada por razones de mercado y tecnología, pero sobre todo por climas políticos de tolerancia y defensa de la diversidad, que terminan desvirtuando las escalas de valores y poniendo al mismo nivel las cosas profundas y las de superficie.
3. El oscurantismo de los tiempos contemporáneos que se expresa en: la dogmatización de la ciencia como respuesta única a los problemas de sentido, los medios de comunicación masivos y las redes sociales que ocupan el espacio y el tiempo de todos en la proliferación de cualquier punto de vista como causa política sin el filtro de la autocrítica, y la pérdida de espacios comunes culturales de encuentro, generando distintas sociedades que nunca se encuentran (la de la radio, la televisión tradicional, las redes sociales, los periódicos, etc.)
¿Por qué es interesante ser profesional en filosofía?
1. Es una disciplina necesaria y muy útil en el confuso mundo contemporáneo, necesitado de pensamiento, interpretación y orientación.
2. Porque es el punto de partida más sólido para cualquier actividad profesional (en el comercio, la industria, los negocios, el arte, la vidas religiosa, las ciencias y la academia, el periodismo, etc.)
3. Porque es inagotable. Es una tarea para toda la vida. La filosofía tiene ya 2500 años o más de historia y aún hay mucho por pensar.
¿Para qué sirve la filosofía hoy?
Roberto Palacio, Profesor y columnista, invitado a la Semana de los 50 años de la Faculta de Filosofía y Humanidades de la Universidad de La Salle, adelanta algunas de las ideas que expondrá en el evento programado del 15 al 17 de abril.
La filosofía permite un dominio conceptual como pocas disciplinas; quien lo adquiere puede comprender el embrollo conceptual en prácticamente cualquier campo. De la misma manera, la filosofía permite crear en quienes la practican costumbres de pensamiento que otras disciplinas no dan, como por ejemplo ver la totalidad para entender las partes, algo que a menudo olvidamos, o ser lateral en las estrategias de comprensión. No te hace necesariamente más feliz y de hecho quienes se decepcionan de la filosofía son quienes llegan a ella con expectativas salvíficas: que salve mi vida, que salve mi felicidad, etc. Pero no por esto se le puede juzgar y no creo que este sea un defecto suyo sino de quienes a ella llegan esperando más de lo que puede dar.
Por otro lado, la filosofía tiene esta propiedad de sacarte de la actualidad. Esto no necesariamente es malo…lo es cuando detrás de ello hay un concepto de pureza de la filosofía: ella no se puede contaminar con la “inmediatez”. De la misma manera, creo que se vuelve perjudicial en quienes creen que hay problemas y enfoques puramente filosóficos ya que ellos fallan en ver las conexiones entre la filosofía y otros saberes. De la misma manera, el alto grado de especialización de la filosofía actual la ha sacado no solo de la oferta cultural de la ciudad sino que la ha distorsionado al punto de volverla algo absurdo y sin sentido para la mayoría de las personas.
Universidad de La Salle