La joven madre fue identificada como Erika Salazar, quien obligó a beber una sustancia tóxica hasta ahora no establecida sus pequeños Felipe, de 5 años; Mariana, de 3 años, y Valeria Márquez Salazar, de 2 años.
Los cuerpos sin vida fueron encontrados el domingo hacia el medio día en su vivienda, ubicada en la calle 20 entre carreras 20 y 21.
Según lo afirmaron algunos familiares, Erika había perdido hace dos meses su empleo y atravesaba una dura situación financiera y sobrevivía con sus hijos gracias a la ayuda de un hermano de 18 años.
Además, el papá de los menores se había negado a ayudarla económicamente y para tratar de solventar sus necesidades había adquirido un prétamo ‘gota a gota’, pero en vista de que no había pagar las cuotas diarias, estaba siendo presionada por el prestamista.
La última vez que familiares vieron a Erika con vida fue el sabado en la noche cuando se encerró en su cuarto con los niños.
