Líderes mundiales y organizaciones de caridad en todo el mundo, ofrecieron su apoyo y ayuda a Nepal luego de que un fuerte terremoto sacudiera varias zonas de la región, dejando hasta el momento un saldo de más de mil víctimas. El terremoto de magnitud 7,9 causó cuantiosos daños materiales, incluido el derrumbe de la histórica torre Dharahara de Katmandú.
Algunas organizaciones están montando equipos de ayuda para casos de desastre —en el entendido de que se necesita urgentemente ayuda sanitaria, médica y de refugio— pero la vía de acceso más conveniente a Nepal no está disponible: el aeropuerto de Katmandú está cerrado a causa del terremoto.
La Unión Europea está contemplando “ayuda presupuestaria” a Nepal, de acuerdo a un comunicado realizado conjuntamente por el jefe de política exterior, el jefe de desarrollo y el jefe humanitario de la Unión Europea, sin brindar detalles ni cifras.
El primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel, fueron algunos de los líderes mundiales que ofrecieron ayuda a Nepal, aunque sin especificar de qué tipo o en cuánta cantidad.
Otros, como el ministro exterior de Noruega, Boerge Brende, dijeron que su país destinará 3,8 millones de dólares para ayuda humanitaria por medio de Naciones Unidas y otras organizaciones de caridad.
El ministro italiano del Exterior señaló que enviará 300.000 euros (326.000 dólares) para ayuda de emergencia a las víctimas del terremoto. El presidente de Francia, François Hollande, afirmó que su país “está listo para responder a las peticiones de ayuda y asistencia”.
Entre los países que expresaron sus condolencias estuvo México, que en 1985 fue sacudido por un terremoto de 8,1 grados que mató a cerca de 9.500 personas en la capital del país. El secretario de Relaciones Exteriores de México expresó su solidaridad con el gobierno de Nepal y los familiares de las víctimas.
El terremoto afectó severamente las comunicaciones telefónicas y las redes de internet, además de dañar varios caminos, el mundo exterior aún no tiene un panorama claro de las necesidades en la zona tras el terremoto que, de acuerdo a las autoridades, cobró la vida de más de mil personas.
“Estamos tratando la situación como una gran emergencia”, dijo Ben Pickering, consejero humanitario de la organización Save The Children en Gran Bretaña. “Sabemos que hubo grandes daños y que el acceso a las zonas rurales será muy complicado para cualquiera”.
Pickering dijo que es muy pronto para una evaluación detallada, pero que el panorama es sombrío.
“Los niños se verán afectados en muchos aspectos. Lesiones físicas. Serán alejados de sus familias”, comentó. “La prioridad ahora es entender la magnitud y el tipo de emergencia necesaria ahora y en las próximas semanas”.
AP