Por: Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia
DIPLOMADO EN EDUCACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA (31)
La Constitución ordena reglamentar la progenitura responsable. Omite ordenar que se reglamente la responsabilidad conyugal. Pero no es óbice para entender que si los cónyuges no son responsables entre sí, difícilmente podrán ser responsables frente a sus hijos.

Por esta razón debemos hacer claridad sobre los deberes y obligaciones que se generan por el hecho de comenzar una vida en pareja bien sea en matrimonio ceremonia o en matrimonio consensual. Me permito recordar que lo que las personas llaman de manera equivocada unión marital de hecho o unión libre es un verdadero matrimonio, que debe llamarse matrimonio consensual.

En términos muy amplios los deberes entre los integrantes de una pareja los he resumido en lo que llamo decálogo de la responsabilidad conyugal, con el que pretendo que se formen familias sólidas y duraderas, para que sean verdaderas células fundamentales de una sociedad en armonía. Lo he llamado también decálogo de la conyugetura responsable. Conyugetura es palabra nueva que armoniza con progenitura. Propongo que por conyugetura se entienda relación entre cónyuges y en sentido amplio relación entre personas que viven en pareja.

El decálogo, enuncia los 10 mandamientos más importantes que deben observarse para que una pareja logre formar una familia que cultive la buena convivencia, la sana paz y logre entregar hijos útiles a la patria y a la sociedad.

DECALOGO DE LA RESPONSABILIDAD CONYUGAL

Primero.- Elija conscientemente su pareja, elija bien.- Cualquiera que sea la forma de contrato matrimonial que vaya a celebrar, solemne o consensual, es importante que elija su consorte de tal manera que el riesgo de fracaso sea mínimo. Infórmese sobre los antecedentes reales de su futura pareja. La familia es el máximo valor de una sociedad.

Segundo.- No tema acordar los aspectos mínimos que serán como los estatutos de su contrato matrimonial.- El matrimonio es el más importante contrato de su vida y genera efectos personales y patrimoniales y debe tener claro a qué se va a enfrentar. La firma de capitulaciones es de gran utilidad.

Tercero.- Fíjese metas claras y establezca tiempo para alcanzarlas.- El matrimonio tiene fines de sana convivencia, prosperidad conjunta y garantía de subsistencia de la especie. No vaya más allá de sus posibilidades reales, lo que no es óbice para que amplíe sus horizontes. Evite los matrimonios efímeros.

Cuarto.- Cásese todos los días con la misma persona y renueve sus promesas. El matrimonio es un contrato de ejecución permanente y a largo plazo. Como el futuro puede traer dificultades prepárese para salir airoso. Aleje las interferencias. En últimas, el matrimonio es más para luchar en las tormentas que para relajarse en los buenos tiempos.
Quinto.- Garantice y trabaje porque su prole tenga mejor futuro que el suyo.- Nada más satisfactorio para los padres que enorgullecerse del triunfo de sus hijos, no importa el nivel que sea. Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy. Es maldad utilizar a los hijos como escudos humanos en la guerra familiar.

Sexto.- El socio matrimonial merece recibir el mejor trato y a que se le respeten sus derechos.- Es irónico que al socio, de quien se espera el mayor apoyo, se le trate mal. La tolerancia es muestra de sabiduría. Evite el engaño.

SEPTIMO.- Sea solidario y no pierda su estima queriendo vivir del amparo de su pareja. El mundo actual exige que ambos socios en el matrimonio sean económicamente productivos y hasta autosuficientes. No crea en quien ofrece asumir todos los gastos del hogar. Al final le enrostrará la ayuda.

Octavo.- Haga balances periódicos de su actividad como empresario en su matrimonio.- El matrimonio debe ser motivo para crecer día a día. Es como una huerta que debe cuidarse para tener buena cosecha y preparar el terreno para nuevas siembras.

Noveno.- Enfrente las adversidades como una realidad normal en su contrato matrimonial.- La vida sin problemas cansa y hasta fastidia. Sin inviernos nunca podrán disfrutarse primaveras.

Décimo.- Esté seguro de que su contrato matrimonial un día llegará a su fin, pero no apure el final.- Para tener el mejor desenlace asesórese, garantice su salud, su pensión y sus seguros. Si es por divorcio no dude en que este sea su mejor negocio.

He insistido en que Colombia necesita Ministerio de Familia y clase de educación para la vida en familia.

El Ministerio para que coordine las diferentes oficinas encargadas de hacer realidad la familia que la Constitución quiere y la clase de educación para la vida en familia, para formar a nuestros niños, niñas y adolescentes para que sean buenos cónyuges y buenos padres cuando les llegue la hora de asumir estas responsabilidades.

Bogotá, 3 de mayo de 2015.

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