Como limitado e insuficiente calificó hoy el Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, el modelo actual de control fiscal en el país, donde la vigilancia que ejerce la CGR se desarrolla a través del ejercicio auditor y, si se evidencia entonces un presunto daño patrimonial, se adelanta el proceso de responsabilidad fiscal para obtener el resarcimiento correspondiente.
Ese modelo, sostuvo, no le permite a la Contraloría General de la República, responder como tendría que ser al reto que le significa enfrentar y superar los crecientes fenómenos de corrupción y de ineptitud en el ejercicio de la administración de recursos, bienes e intereses patrimoniales del Estado.
Por esta razón, consideró urgente aplicar un cambio sustancial de enfoque, que dé prioridad a la vigilancia de la gestión y de los resultados obtenidos.
Se requiere pensar, diseñar e implementar un modelo de evaluación de los resultados de las políticas públicas que define y desarrolla el Gobierno, especialmente las de carácter social, precisó.
Debe ser un modelo de evaluación que trascienda lo meramente financiero, presupuestal y contable y muestre el real impacto de esas políticas en la calidad de vida y la dignificación de todos y cada uno de los colombianos, subrayó el Contralor Maya Villazón.
«En este modelo estamos trabajando a toda marcha», anunció el Contralor al intervenir hoy en un Conversatorio con el experto inglés Ray Shostack, sobre las auditorías de desempeño y seguimiento que se aplican en la Gran Bretaña. Shostack es miembro de la Junta Directiva de la Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido, equivalente a la CGR en Colombia.
El conversatorio con el señor Shostack es el primero de una serie de ejercicios que el Contralor Edgardo Maya ha puesto en práctica para fortalecer la capacidad técnica de la CGR. Con este tipo de proyectos se busca aproximar a funcionarios clave de la Contraloría al conocimiento de frontera y que aprendan buenas prácticas que han desarrollado en materia de vigilancia y control fiscal en otros países.
Uso estratégico de los sistemas de control
«Un enfoque nuevo del control fiscal debe privilegiar la vigilancia de la gestión y de los resultados obtenidos, de tal manera que no se limite a hacer una trazabilidad de los recursos públicos y de los presupuestos a través de los cuales los mismos se ejecutan, sino que garantice una efectiva verificación de desempeño y cumplimiento material de los objetivos misionales del gestor fiscal», subrayó.
«Por tal razón, añadió, resulta imperativo acoger, como lo permite la ley que actualmente nos rige, el uso estratégico de los sistemas de control en consonancia con las normas internacionales de auditoría del sector público, que recomiendan el uso especializado y alternativo de esos sistemas y que centran su enfoque en la evaluación del desempeño, el rendimiento y los resultados tangibles de la gestión vigilada».
De esta manera, los tipos de la auditoría de regularidad, de la auditoría financiera, de la auditoría de legalidad o cumplimiento, de las auditorías de rendimiento y de las auditorías de desempeño, deben aplicarse en función del perfil de la gestión fiscal vigilada en cada caso, añadió.
Dijo también que, dada la diversidad de entes y sujetos sobre los que recae el control fiscal, la Contraloría requiere tener un conocimiento altamente calificado de cada sector objeto de control y, además, debe apoyarse cada vez más en la Participación Ciudadana en el ejercicio auditor.
Se necesita el Tribunal de Cuentas
En lo que hace a la determinación de la responsabilidad fiscal y al resarcimiento del patrimonio público cuando éste sufre menoscabo o pérdida, el Contralor Edgardo Maya Villazón insistió en la necesidad de pensar en una reforma que permita dividir las tareas de los órganos de control fiscal, de modo que unas dependencias se ocupen de ejercer las funciones de vigilancia y control y otras de adelantar el juicio fiscal.
«Así las cosas, un esquema similar al del sistema acusatorio que rige para lo penal, podría ser el adecuado en materia fiscal, estableciendo por ejemplo que el funcionario auditor, luego de estructurar su hallazgo, será el responsable de presentar el caso y sustentar la acreditación del daño fiscal y la determinación de los presuntos responsables, ante un funcionario de conocimiento que finalmente se pronunciará mediante fallo sobre la existencia o no de responsabilidad fiscal y ordenará, según el caso, el resarcimiento del patrimonio público», explicó.
«Este sería uno de los pilares de mi propuesta de crear un Tribunal de Cuentas, que se encargue del juicio fiscal para concentrar las labores de la Contraloría en el ejercicio de la función de vigilancia y control», finalizó.
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