El coronel del Ejército, Raúl Huertas Ceballos y al mayor Hernán Padilla Ospina se declararon inocentes luego de que la Fiscalía General de la Nación les imputará los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado y porte ilegal de armas por su presunta participación en falsos positivos.
Según la investigación adelantada por el ente acusador, los oficiales presentaron documentos oficiales en los cuales se registraban 40 personas como guerrilleros abatidos en combate. Se puedo establecer que para esto se compraron uniformes y armamento para ubicar cerca de los presuntos subversivos y demostrar resultados ante sus superiores.
La Fiscalía General indicó que estos militares hacían parte de una “banda delincuencial” dirigida a “darle muerte a personas ajenas al conflicto, para beneficios del Batallón, para tener prebendas, ascensos, permisos y capacitaciones”.
Los oficiales recibieron de sus superiores felicitaciones por su supuesta valentía y medallas por la lucha contra el terrorismo y los grupos subversivos, sin embargo, se comprobó que estos combatientes militares nunca se habían presentado y las actas en las que se describían eran falsas.
«Son miembros activos de la Fuerza Pública que se confabularon para este tipo de conductas delictivas», afirma la Fiscalía.
La Fiscalía General le solicitará a un juez de control de garantías que los cobije con medida de aseguramiento en centro carcelario.