Monseñor Juan Vicente Córdoba se excusa por “frases desafortunadas”en su charla sobre el homosexualismo y aclara sus alcances
–El presidente de la Comisión de Vida del Episcopado Colombiano y arzobispo de la Diócesis de Fontibón, Monseñor Juan Vicente Córdoba, ofreció este viernes excusas por las frases que pronunció en su charla de ayer en la Universidad de los Andes, en referencia a María Magdalena y los Apóstoles, las cuales consideró “desafortunadas” y al mismo tiempo aclaró los alcances de sus apreciaciones con respecto al homosexualismo y el pecado.
“Yo soy consciente de que no debía haber utilizado ciertas palabras como “mariconcito”, pero lo hice para generar empatía con el auditorio. La iglesia no nos permite ese tipo de “calificativos”, declaró el jerarca de la iglesia católica colombiana a los colegas de la W.
En cuanto al ser pecador o no, el prelado aclaró que “en sí misma la tendencia homosexual no es pecado, pero el hecho de sostener relaciones sí lo es” y al efecto recordó lo que afirmó en la conferencia:
“Conozco homosexuales que conviven juntos en su hogar y se aman y que no tienen relaciones sexuales y practican la fe católica y pueden comulgar, no hay problema con eso. Si tuvieran relaciones sexuales no podrían hacerlo”.
Monseñor Córdoba lamentó que los medios de información hubiesen hecho énfasis en la frases pronunciadas en la charla con relación a María Magdalena y a los apóstoles y resaltó que fueron “desafortunadas”.
Una de ellas fue: “No sabemos si alguno de los discípulos de nuestro señor era mariconcito, no sabemos si Maria Magadalena era lesbiana. No sabemos, parece que no, porque bastantes pasaron por sus piernas”.
Y la otra:
“Cuando dijo Jesús… Oye Juan estas muy así o muy asa, oye Juan estas caminando raro, Jesús nunca les dijo brutas que impresión !!, ni tampoco machitos los quiero a todos!!”.
Sin embargo, hubo otras que suscitaron reacciones encontradas en el auditorio y después de publicadas por los medios de com8unicación, como las siguientes:
“Hermanos homosexuales y hermanas lesbianas, cuando se casen tengan hogares bonitos y formen sus hogares con amor, enséñenle a sus hijos a preocuparse por los pobres y los más necesitados”.
“Esto no es de ganar batallas por genitalidades o entre penes y vaginas, no se trata de batallas de este estilo”.
“Esto no se puede convertir en un tema político para conseguir votos o dinero eso sería utilizarnos a todos”.
“El padre es padre y no importa si su hijo es homosexual o heterosexual”.
“A los niños hay que dejarlos elegir, no podemos elegir por ellos, un niño abandonado por ejemplo, porque nosotros vamos a darle dos mamas o dos papas cuando ellos lo que perdieron fue un padre y una madre”.
Sin embargo, indicó: “Respetamos las uniones homosexuales, no las consideramos pecado pero para la iglesia no son matrimonio ni pueden llamarse familia”.
“Conozco homosexuales que conviven juntos en su hogar y se aman y que no tienen relaciones sexuales y practican la fe católica y pueden comulgar, no hay problema con eso, si tuvieran relaciones sexuales no podrían hacerlo”.
Este viernes, en diálogo con los colegas de RCN Radio, Monseñor Córdoba indicó:
“Tuve unas frases que dichas en contexto no tenían problema con esa comunidad ahí, pero dichas solas son desafortunadas y yo no las diría nunca en este forma”.
En cuanto ser o no pecador, aclaró que lo que afirmó fue que la homosexualidad misma como tendencia no es pecado, pues advirtió “qué culpa tiene una persona tener esta tendencia”.
El robo está mal y como tendencia es malo, pero si la controla debe ser con la ayuda de Dios, expresó.
Igualmente aclaró que cuando habló de no discriminar a los homosexuales, no condenarlos y de que sean felices, “no significa que estamos de acuerdo, ni que aceptando que se unan en matrimonio”.
“La Iglesia no condena, es misericordiosa y como Obispo no los condeno, pero, porque no estemos de acuerdo, no debemos pelear, este fue el trasfondo de la charla”, puntualizó.
Frente a los temas del matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas gay, Monseñor explicó que si toman alguna de estas decisiones serán acogidos como hijos de Dios, pero deben enseñarlos a vivir con Dios, a ser buenos ciudadanos y sobre todo resaltó que desea que sean felices.
Al niño hay que darle lo que él perdió, papá y mamá que lo engendraron, esa es la figura de la adopción; entonces al niño no le podemos los adultos inventarle lo que perdió, él no tiene el derecho a tener dos hombres y mujeres porque eso no fue lo que lo engendró, reseñó.
Dijo que en general la charla fue afortunada, porque los asistentes la acogieron y se sintieron acogidos, entendieron que la Iglesia no está de acuerdo con muchas cosas, pero tiene una mano de misericordia. Lo desafortunado fue lo que dije de María Magdalena pero son palabras secundarias, subrayó.
No obstante destacó que al final de su intervención muchos católicos LGBTI se acercaron y le agradecieron por sus palabras de perdón y agregó: Yo les dije que no los condenamos pero debemos dejar claras las cosas en las que no estamos de acuerdo”.