Tras el escándalo que golpeó a la organización mundial dos días antes de la reelección de Joseph Blatter como presidente, el Reino Unido comenzó un movimiento para refundar el fútbol.
“Habría una manera seria de organizar un Mundial alternativo al existente, esta sería con un acuerdo fuerte en toda Europa”, explicó el ministro, durante una sesión de preguntas en el Parlamento. “Hay acuerdo en este país sobre la necesidad de un cambio. Lo importante es tratar de encontrar aliados en Europa que se unan en torno a este tema”.
Desde el miércoles, el Reino Unido, como numerosos países, se mostraron contrarios a la permanencia de Blatter en la FIFA.
‘Sepp’ Blatter, presidente de la FIFA desde 1998, fue reelegido para un quinto mandato el pasado viernes, dos días después de la explosión del escándalo por presunta corrupción de varios miembros de la FIFA.
El ministro también pidió a los patrocinadores y socios financieros de la FIFA que metieran presión a la organización para que aceleraran las reformas y precipitaran el cambio de gobierno.
“No hay ninguna duda de que la poca credibilidad que le quedaba a Sepp Blatter, fue totalmente destruida. Se debe aumentar la presión para ir más lejos. Los patrocinadores de la FIFA deben pensar cuidadosamente si quieren ser asociados con una organización envuelta en escándalos y tan desacreditada. Por el bien del deporte, es tiempo de que Blatter se vaya”, pidió.
“Visa ya tomó una posición fuerte. Otros manifestaron su descontento y nos gustaría que fueran más allá. Deben tener en cuenta los posibles daños que pueden tener ellos mismos”, previno Whittingdale recordando que su país “había cooperado en las investigaciones de las autoridades suizas y estadounidense”.
“El ejemplo de Salt Like City (Estados Unidos) nos ofrece un buen precedente de cómo estos asuntos se pueden arreglar”, concluyó haciendo referencia a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002.
Una investigación a posteriori reveló que el proceso de adjudicación de los Juegos Olímpicos a Salt Lake City estuvo lleno de irregularidades, en un contexto de corrupción entre los miembros del COI.
AFP