–“Bakatá dejó en decenas de miles de niños bogotanos el amor por la naturaleza y la importancia de una ciudad que no se divierta con la muerte”, afirmó el alcalde mayor de la capital Gustavo Petro al lamentar el fallecimiento de la mascosta que se convirtió en símbolo de la política de protección animal de su administración.
La perrita había sido recuperada por la Alcaldía Mayor, tras haber recibido malos tratos en la calle, donde vivía y fue agredida varias veces por humanos, que incluso habían fracturado la cola en varias partes.
Desde que Petro llegó a la Alcaldía, Bacatá siempre tuvo una cuidadora, quien los fines de semana la transportaba hacia su casa, en el suroriente la ciudad.
La perrita criolla era el símbolo de la lucha contra el maltrato animal, que ha significado la oposición a las corridas de toros y la ‘jubilación’ de más de dos mil caballos que halaban carretas en las calles bogotanas.
Bacatá estuvo con el alcalde Petro en la inauguración del gran Centro para atención integral de habitantes de calle, denominado ‘Bakatá’, cerca de la calle del Bronx, el pasado 24 de junio.
El cadáver de Bacatá será cremado y sus cenizas reposarán en los jardines internos del Palacio de Lievano.
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