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Papa Francisco en Ecuador llama al diálogo y a la participación sin exclusiones

ECUADOR -PAPA FRANCISCO–Un llamado al diálogo y a la participación sin exclusiones hizo el Papa Francisco en su primera intervención en Ecuador, al comenzar su visita a este país suramericano, en un acto en el aeropuerto de Tababela de Quito, donde fue recibido por el presidente, Rafael Correa.

Una mala pasada le jugó el fuerte viento al papa Francisco al salir del Airbus A330-220 de Alitalia, que lo trajo de Roma a Quito. Le arrebató el solideo, pero no se inmuto para en tierra saludar al presidente ecuatoriano y demás autoridades. Contrario a lo habitual, el Papa no hubo ritos militares para darle la bienvenida. En su lugar, decenas de niños formaron una calle de honor y él rompiendo el protocolo no dudó en abrazar a algunos de ellos.

“Visité Ecuador en distintas ocasiones por motivos pastorales; así también hoy, vengo como testigo de la misericordia de Dios y de la fe en Jesucristo”, señaló el Pontífice, quien añadió que “la misma fe que durante siglos ha modelado la identidad de este pueblo y ha dado tan buenos frutos, entre los que se destacan figuras preclaras como Santa Mariana de Jesús, el santo hermano Miguel Febres, santa Narcisa de Jesús o la beata Mercedes de Jesús Molina, beatificada en Guayaquil hace treinta años durante la visita del Papa san Juan Pablo II. Ellos vivieron la fe con intensidad y entusiasmo, y practicando la misericordia contribuyeron, desde distintos ámbitos, a mejorar la sociedad ecuatoriana de su tiempo.

En el presente–continuó diciendo–, también nosotros podemos encontrar en el Evangelio las claves que nos permitan afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones, para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo se consoliden y garanticen un futuro mejor para todos, poniendo una especial atención en nuestros hermanos más frágiles y en las minorías más vulnerables, que son la deuda que todavía toda América Latina tiene.

Fue una clara referencia del Papa Francisco a más de un mes de protestas a favor y en contra del gobierno ecuatoriano, a propósito de lo cual, a lo largo del recorrido del Pontofice hacia la Nunciatura donde se hospedará hasta el miércoles cuando termina la visita, se escucharon gritos de “¡Fuera Correa, fuera!”.

El Papa Francisco le expresó a Correa que “podrá contar siempre con el compromiso y la colaboración de la Iglesia, para servir a este pueblo ecuatoriano que se ha puesto de pie con dignidad”.

Luego señaló:

Amigos todos, comienzo con ilusión y esperanza los días que tenemos por delante. En Ecuador está el punto más cercano al espacio exterior: es el Chimborazo, llamado por eso al lugar “más cercano al sol”, a la luna y las estrellas. Nosotros, los cristianos, identificamos a Jesucristo con el sol, y a la luna con la iglesia; y la luna no tiene luz propia, y si la luna se esconde del sol se vuelve oscura. El sol es Jesucristo y si la Iglesia se aparta o se esconde de Jesucristo se vuelve oscura y no da testimonio. Que estos días se nos haga más evidente a todos la cercanía «del sol que nace de lo alto», y que seamos reflejo de su luz y de su amor.

Desde aquí quiero abrazar al Ecuador entero. Que desde la cima del Chimborazo, hasta las costas del Pacífico; desde la selva amazónica, hasta las Islas Galápagos, nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios por lo que hizo y hace por ustedes, la capacidad de proteger lo pequeño y lo sencillo, de cuidar de sus niños y de sus ancianos, que son la memoria de su pueblo, de confiar en la juventud, y de maravillarse por la nobleza de su gente y la belleza singular de su País – que según el Señor Presidente es el paraíso.

Que el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, a quienes Ecuador ha sido Consagrado, derramen sobre ustedes su gracia y bendición. Muchas gracias.