Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní que se celebran en Viena registraron “avances reales” pero persisten puntos de desacuerdo, estimó el lunes la Casa Blanca, dando a entender que las mismas podrían prolongarse más allá del lunes.
“Hubo avances reales (…) pero todavía hay puntos de desacuerdo que no están resueltos”, declaró Josh Earnest, portavoz del presidente Barack Obama.
“Si las conversaciones siguen siendo útiles, el equipo de negociadores permanecerá en Viena” (Austria), agregó.
Los ministros que participan en las negociaciones trabajaban afanosamente el lunes para levantar los últimos obstáculos a un acuerdo histórico que impida a Teherán dotarse de un arma nuclear, pero las posibilidades de alcanzarlo en la jornada se revelaban “limitadas”.
El grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, más Alemania) intenta cerrar con Irán un acuerdo en un tema que lastra las relaciones internacionales desde hace más de 12 años.
Entre los puntos de desacuerdo se encuentra el levantamiento de las restricciones sobre las armas, que Teherán, apoyado por Moscú, exige que sea inmediato. Los occidentales consideran delicada esta demanda por la implicación iraní en varios conflictos, sobre todo en Siria, Irak o Yemen.
Otro punto de desacuerdo es el ritmo de la suspensión de las sanciones.
La población iraní, que eligió a Hasan Rohani en 2013 con la promesa de lograr un levantamiento de las sanciones, espera notar una mejora de sus condiciones de vida en caso de que haya un acuerdo.
El grupo 5+1 exige también que se dé acceso a los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) “en caso necesario”, punto rechazado por algunos dirigentes iraníes.
Finalmente, los dos bandos negociadores difieren sobre la duración del acuerdo.