Farc afirman que su nueva tregua busca “destrabar el bulto de anzuelos” en que se ha convertido el proceso de paz
–Las Farc consideraron como una “mala señal” la forma como el presidente Juan Manuel Santos recibió el anuncio del nuevo cese unilateral del fuego por un mes, a partir del 20 de julio y señalaron que al calificar la tregua de “insuficiente” hace evidente su gusto por las imposiciones. “Considerar las conversaciones como un proceso de sometimiento hace imposible avanzar”, afirman.
Según alias Marco León Calarcá, uno de los integrantes del equipo negociador de las Farc, la tregua unilateral es un gesto de la guerrilla que se convierte en “la llave para “destrabar el bulto de anzuelos” en que se ha convertido el proceso de paz, el cual, subraya, “amenaza con zozobrar” porque, además de las dificultades propias de construir acuerdos entre las posiciones contrarias de las partes en La Mesa, sus enemigos le han puesto gran cantidad de obstáculos.
En un escrito publicado en la web del grupo guerrillero, el cabecilla de las Farc advierte que no fue “nada fácil la decisión de declarar otra tregua unilateral, esta vez por un mes, a partir del 20 de julio venidero, después de la negativa experiencia de la vilipendiada, malinterpretada y asediada tregua anterior” y añade que “ojalá esta tregua asegure su porvenir para beneficio de las mayorías y no termine siendo imposible como la anterior recibida como “una rosa con espinas”.
Agrega que “la recepción negativa del presidente Juan Manuel Santos es mala señal, la consideró insuficiente y de inmediato exigió y exigió; lo lógico es una actitud constructiva, pues nunca se le ocurre ofrecer soluciones o al menos proponerlas, es evidente su gusto por las imposiciones, desde el poder es insaciable, recuerda el decir popular: “Se le ofrece un dedo y se toma toda la mano”.
También fustiga al Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, a quien, dice, “lo único que sirve es la capitulación de la guerrilla y en el colmo del guerrerismo, si esta no se da ya, es motivo para terminar con el esfuerzo y el anhelo de colombianos y colombianas por la paz”.
“Esa es la reacción primitiva e irracional a los esfuerzos farianos por desenredar el bulto de anzuelos en que se ha convertido el proceso”, puntualiza.
Cuanta diferencia –continúa diciendo–con las reacciones de los secretarios generales de la ONU y de Unasur, de diferentes países, incluido los Estados Unidos, que saludan la declaración de tregua de las Farc, como lo que es, un gesto positivo para facilitar la construcción de acuerdos y acercarse cada día más a poner fin al conflicto. A ellas se unen las voces de todo el crisol de la colombianidad, de manera individual y colectiva, expresando su apoyo a La Mesa y a su trabajo”.
Dice que “el objetivo es la terminación del conflicto y en ese sentido debemos dar pasos ágiles, apropiados y sin demora”.
Además señala que “considerar las conversaciones como un proceso de sometimiento hace imposible avanzar” y advierte que “también lo paraliza pretender soluciones mediáticas al descargar toda la responsabilidad sobre los hombros de la guerrilla”.
No obstante destaca que “después de la andanada de descalificaciones, ahora se oyen voces sensatas, se acordaron de la descontaminación y limpieza de explosivos que avanza de manera efectiva, la crisis tocó este acuerdo y cumple su cronograma sin problemas. Muestra que las cosas funcionan cuando lo acordado se toma con seriedad y no se pretende sacar ventajas extras”.
Tal como lo hizo su máximo cabecilla, alias Timochenko”, alias Calarcá pregunta ¿por qué toda responsabilidad recae en la organización guerrillera?, ¿por qué presentan las acciones militares de la insurgencia como dirigidas a dañar a la población civil? y ni siquiera se mencionan, aunque sea para refutar, los argumentos de la guerrilla, ¿dónde quedan la responsabilidad del Estado y sus diferentes gobiernos?”
Finalmente precisa: “Cuando hablamos de rodear el proceso, hablamos no de sentenciar a la guerrilla y fortalecer al gobierno, continuando la asimetría de la confrontación militar, sino de apuntalar a La Mesa, con todo lo que implica, así duela a muchos en su corazoncito institucional. Es la única herramienta para construir la paz en el momento”.